MÁS DE 25 AÑOS DE LUCHA CONTRA LAS HUELLAS DEL CÁNCER DE MAMA
El doctor Miguel de la Cruz dedica gran parte de su actividad a la reconstrucción de la mama de mujeres que han sufrido algún tumor, «sin añadir nuevas cicatrices y sin cirugías de larga recuperación»
ElEl doctor Miguel de la Cruz sintió desde muy joven unagranvocación por la medicina: «Quería ser médico de los de antes, humanista, haciendo de mi profesión mucho más que curar heridas y entendiendo al paciente en toda su dimensión: física, psíquica y mental», explica. Su interés por la literatura y el arte y sus habilidades artísticas le hicieron decantarse por una especialidad como la Cirugía Plástica, Reparadora y Estética. Una especialidad que necesita un profundo conocimiento anatómico y que mezcla formación técnica y dotes creativas, con el fin de alcanzar los mejores resultados en las intervenciones.
Estudió la carrera de Medicina en la Universidad de Cádiz, y tras elegir plaza de MIR en el Hospital Xeral de Galicia (Santiago de Compostela), obtuvo su título de Especialista y el Premio Nacional de Residentes de Cirugia Plástica. Volvió a Cádiz y allí combinó su actividad en el sector privado con su trabajo para el Servicio Andaluz de Salud en varios hospitales. Fundó el Instituto Frauenfeld, un centro integral de la mujer donde comenzaron a enfocar su actividad en la cirugía de la mama, tanto estética como reconstructiva. Ha trabajado y dirigido los servicios de Cirugía Plástica de varios hospitales, entre ellos el Quirón Campo de Gibraltar, el Viamed Bahía de Cádiz o el Hospital San Juan Grande de Jerez de la Frontera, donde ejerce su profesión en la actualidad.
«No nos consideramos mejores que los demás. El nivel de la cirugía plástica española es muy elevado y contamos con grandes profesionales en toda la geografía», explica. Añade que su distinción procede del «especial énfasis en el trato personal a los pacientes. Trabajamos con la última tecnología disponible y nuestro objetivo es identificar nuestro trabajo con la satisfacción de nuestros pacientes. Escuchándolos, entendiendo sus necesidades y haciéndoles sentir confiados».
Los pacientes, la prioridad
Para Miguel de la Cruz, el ego es el mayor enemigo de un cirujano, y eso puede repercutir negativamente sobre sus pacientes. Bajo su criterio, ser humilde y buscar siempre lo mejor para quien precisa de sus servicios es lo que les ha llevado al éxito: «Nunca antepongas tu interés al de tus pacientes. Esa es nuestra máxima. Buscamos la armonía y la belleza ocasionando el menor daño posible».
Tras 25 años de experiencia en la cirugía de la mama, lo que más destaca el doctor de su andadura profesional son los avances que han logrado en la reconstrucción de la mama de mujeres que han sufrido un cáncer: «Hemos mejorado la vida de estas pacientes, reconstruyendo sin tener que añadir nuevas cicatrices, sin dañar otras partes de su cuerpo, sin cirugías de muchas horas de quirófano y largas recuperaciones. Y todo ello con unos resultados, como poco, comparables a las mejores técnicasexistenteshastanuestros días, pero con menor coste económico, físico y psíquico para las pacientes».
El doctor recuerda un caso que fue uno de los más exitosos de su trayectoria. Ocurrió en el año 2007, cuando recibieron a una paciente que había sufrido un cáncer de mama y «presentaba una secuela cicatricial terrible tras la amputación de su mama y la radioterapia». Esta mujer había sido descartada para todo tipo de reconstrucciones y fue animada a pedir ayuda al centro del doctor De la Cruz, que afirma: «Ella fue el caso 0 que originó la técnica de reconstrucción de mama que hemos venido aplicando desde entonces, y que ha devuelto la felicidad a tantas mujeres que han sufrido una mastectomía».
El doctor aprovecha este caso para remarcar que gracias a «la mejoría en las técnicas anestésicas, el control sobre los materiales protésicos y el desarrollo de nuevos equipos láser e informáticos», han conseguido trabajar «con altos niveles de seguridad».