Cerco a Esquerra para negociar unos presupuestos sin Junts
► PSC y Comunes Los morados rechazan de plano una posible prórroga e Illa presiona a Aragonès con una reunión inmediata
LosLos presupuestos catalanes para 2023, imprescindibles en un contexto de fuerte crisis e inflación, se han convertido en la prueba de fuego para el nuevo Govern de ERC y el verdadero termómetro de la legislatura. Sin aliados y con apenas 33 escaños, el Ejecutivo debe buscar apoyos para tramitarlos y sacarlos adelante en las próximas semanas, una cuenta atrás en toda regla tras el sonoro portazo de Junts, su dura oposición y el aviso de los Comunes para que los posconvergentes no tengan influencia en la negociación,
La intención del president Aragonès y su círculo es aprobar las cuentas «con los partidos que apoyaron la investidura o las del año pasado». Es decir, con Junts, la CUP y los Comunes, una ecuación prácticamente imposible dados los vetos cruzados y la ristra de reproches entre partidos. Los antisistema están muy lejos de los republicanos, mientras que los posconvergentes insisten en que no habrá presupuestos si no hay cuestión de confianza al president en el Parlament. Y los morados, socio potencial de ERC, presionan para alejar a Junts del acuerdo.
En una entrevista en TV3, la lideresa del partido en la Cámara, Jéssica Albiach, rechazó de plano la posibilidad de una prórroga presupuestaria –la fórmula con la que amagó el propio Oriol Junqueras para no pactar con el PSC– y exigió a ERC «inaugurar una nueva etapa» etapa» sin la formación de Laura Borràs. «No puede ser que Junts decida los presupuestos tanto si está en el gobierno como si no. Espero más de ERC en solitario». «Si entramos en una prórroga presupuestaria entramos en otro escenario», avisó la dirigente, quien emplazó a los republicanos a asumir que su Govern «está en minoría absoluta».
Los Comunes descartan la posibilidad de una prórroga ya que eso conllevaría «perder» 3.000 millones para los catalanes, un escenario inviable en un contexto como el actual. «Sería una irresponsabilidad», repiten. E incluso amagan con la carta de una hipotética moción de censura llegado el caso y si ERC no logra atar los presupuestos para 2023. Una medida para presionar a Aragonès a que mueva ficha y deje de buscar una negociación en la que Junts marque las líneas maestras de las cuentas. «No puede ser que el nuevo proyecto sea un refrito del de Jaume Giró», zanjó sobre el ex consejero de Economía.
Por su parte, el líder del PSC, Salvador Illa, volvió a tender la mano a Aragonès e insistió en que no será ni «por responsabilidad ni por culpa» de los socialistas que no haya presupuestos en Cataluña el 1 de enero porque hace semanas que se ofrece a negociar.
Es más, el jefe de la oposición explicó que la reunión que preveía mantener con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, durante esta semana finalmente se celebrará a finales de la próxima, y remarcó que sería una «irresponsabilidad» que no hubiera un nuevo proyecto aprobado en las próximas semanas. De hecho, el socialista desvinculó la negociación de los presupuestos de la Generalitat de la crisis de los Mossos: «Haré una negociación presupuestaria clásica, no pediré, por ejemplo, que se marche Elena, que creo que debería hacerlo, porque lo ha hecho fatal», zanjó en una entrevista en Catalunya Ràdio.
Junts, por su parte, ha convocado un consejo nacional este fin de semana con una sesión extraordinaria a propuesta de la ejecutiva para analizar los cambios en el tablero político.