Ángel de Cominges Una lucha por la hipoteca inversa
Su misión con Óptima Mayores es identificar las necesidades financieras desatendidas en la sociedad
ÁngelÁngel de Cominges Rodríguez-Carreño es presidente de Óptima Mayores, cargo que compagina con la presidencia del Consejo Español de Hipoteca Inversa.
Esta compañía, que se encuentra en plena expansión nacional gracias a la apertura de tres nuevas delegaciones (Sevilla, Valencia y Vizcaya) ofrece soluciones financieras personalizadas y muy específicas, como la hipoteca inversa. Este producto, todavía muy poco conocido en nuestro país, se convierte, en muchas ocasiones, en la única opción que tienen las personas mayores para mejorar su calidad de vida.
Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, así como en Ciencias Actuariales de la Empresa Financiera, de Cominges suma más de 30 años de experiencia en pensiones y otras alternativas financieras especializadas en el ahorro en la jubilación. Sus comienzos fueron en el Banco Vitalicio de España (BVE), donde ejerció como ejecutivo de grandes cuentas. Años más tarde ascendió a director general de Vitalicio Asesoría de Pensiones, puesto en el que originó y gestionó la exteriorización de los fondos internos de las empresas y los seguros colectivos de rentas más importantes del país.
En este sentido, ha desarrollado un importante bagaje en este campo, hasta dar con uno de los logros de su carrera: abogar por la hipoteca inversa. Una alternativa para que la población mayor en España pueda obtener liquidez suficiente como para complementar sus pensiones públicas de jubilación. Con el objetivo de que los mayores puedan tener acceso a una financiación segura, responsable y transparente. Una filosofía característica de Óptima Mayores, creada en 2005 con la meta de conseguir que cualquier mayor de 65 años pueda notables mejoras en sus calidades de vida. La misión de Óptima Mayores Mayores es identificar necesidades financieras desatendidas en colectivos de la sociedad, así como diseñar soluciones para mejorar esa situación.
Óptima Mayores también quiere el bienestar de la sociedad, sus clientes, empleados y accionistas. En toda su cadena aplican valores y principios distintivos como la ética o la integridad, que caracterizan a la compañía y sus profesionales. Respecto a sus clientes, trabajan con una atención personalizada, implicándose en derribar todo tipo de barreras tecnológicos y usando un lenguaje claro y conciso. También contienen una excelente responsabilidad social centrada en ofrecer acceso a la liquidez a través de su patrimonio inmobiliario, por ejemplo, o aspirando también a ayudar a las personas mayores que no tienen posesiones suficientes.
Óptima Mayores se preocupa de que sus trabajadores y profesionales tengan bienestar en el cargo, con herramientas que permitan la conciliación familiar o una serie de políticas de no discriminación activas para la empleabilidad de mayores 50 años, así como la creación de ambientes de trabajo sanos y saludables.