El accidente en el que Monago volvió a ejercer como bombero
► El político extremeño se reencuentra con la mujer a la que salvó la vida
Ha pasado algo más de un año desde que, el expresidente de Extremadura, hoy miembro del equipo de confianza de Alberto Núñez Feijóo, tuvo que volver a ejercer como bombero. Ocurrió en junio de 2021 cuando José Antonio Monago se topó con un grave accidente en la A -5, sentido Badajoz, cerca de Trujillo a su regreso de Madrid. El político, de profesión bombero, actuó a contrareloj para tratar de salvar a una mujer que había sufrido un aparatoso accidente de tráfico. Monago no se lo pensó, y tras pedirle auxilio otro vehículo, se tiró casi con el coche en marcha. Estuvo 45 minutos junto a ella, sin parar de hablarle, para que no se quedara dormida. Monago supo en ese momento que se llamaba María y que tenía dos hijos.
Un año después María le ha buscado. Quería agradecerle lo que hizo, hacerse una foto y darle un abrazo y, finalmente, se produjo el reencuentro. «Lo que hice lo habría hecho de mil amores con gracias o sin ellas», destaca el político del PP.
Ella solo recuerda de aquel día que se le paró el coche en mitad de la carretera, que un camión le pitó y nada más. Después, se despertó en el hospital. Todo lo que ocurrió en menos de una hora se lo han contado las enfermeras y médicos y los recortes de prensa que lleva tanto en el móvil como en la cartera. Al igual que algunos guardan la imagen del día que nacieron, para ella esos recortes de prensa son el testimonio del día que «volvió a nacer». Además, María dice que ese día salvaron no una, sino dos vidas –en referencia a uno de sus hijos que depende de su ayuda–.
Y es que, José Antonio Monago, aunque está en excedencia, sigue perteneciendo al cuerpo de bomberos lo que le permitió, en aquel momento, coordinar las maniobras de rescate ya que, los bomberos de Extremadura no fueron avisados, a pesar de que se llamó al 112 y, cuando llegó una ambulancia del centro de salud, no había nadie para romper el coche y sacarla de allí. Si esperaban más, la perdían.
Fue un guardia urbano el que, con una carta al director a un periódico hizo pública aquella labordeauxilio. Entonces,aunque María escuchaba a Monago y le iba respondiendo desde el coche a sus preguntas, tras fijarse en un tatuaje que tenía con el nombre de su hijo y un collar con el nombre nombre de otro de ellos, el hoy presidente del Comité de Derechos y Garantías de los populares, trató, en todo momento que la mujer accidentada no se quedara dormida. Al final y bajo su responsabilidad, José Antonio Monago tomó la decisión de sacarla del vehículo de la única forma posible en ese momento: por la ventanilla. «La suerte es que su complexión era menuda si no, no habría podido».
María aún está haciendo rehabilitación, se reventó el oído y tiene problemas de ruidos internos, pero, sobre todo, «está viva» tras el accidente en el que no le dieron más de 72 horas de supervivencia.
Ella no recuerda nada, ha sido Monago quien le ha contado, en su reencuentro, después de todo este tiempo, que aquel día le cortó el cinturón de seguridad y le puso en situación de seguridad –ella estaba con un traumatismo craneoencefálico, estaba en estado de shock, pero se movía– y, lo importante entonces era que no se dañara ni se moviera.
No dudó. Tenía la seguridad y la tranquilidad de quien durante años ejerció la profesión de bombero. Eso sí, cuando termina la acción da tiempo de reflexionar en la parte más humana. Algo que« forma parte del baúl de sentimientos del servicio de emergencias ».
El político reanimó a María hasta en dos ocasiones y coordinó cómo sacarla del vehículo