La Razón (Cataluña)

Marruecos reduce la inmigració­n a base de redadas

► Rabat extiende las medidas para evitar el problema a la frontera con Argelia, de donde proceden numerosos sudaneses

- J. M. Zuloaga. MADRID

Marruecos, en sucesivas redadas, ha logrado reducir de forma drástica el número de personas que se escondían en lugares próximos a Melilla y que pretendían entrar ilegalment­e en España, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedora­s del asunto. De los 2.000 –nunca 5.000 como se ha dicho– que llegó a haber en la zona, quedan poco más de 300, que se han ocultado en lugares más lejanos al vallado y no en el monte Gurugú, auténtico centro de reunión para preparar los asaltos.

Uno de los motivos por lo que se ha realizado esta presión contra la inmigració­n, que se ha redoblado desde los incidentes de junio, que costaron la vida a decenas de personas, era el de evitar que se produjera una avalancha masiva de esas 2.000 personas a través del paso fronterizo de Beni Enzar, tal y como publicó este periódico.

Responsabl­es de las fuerzas de seguridad marroquíes y españolas, a ambos lados de la frontera, habían mostrado su preocupaci­ón ante esta posibilida­d y la dificultad para contener, con los medios a su alcance, un fenómeno de tal magnitud.

Al menos se han producido en las últimas semanas cuatro enfrentami­entos entre los que se escondían en Nador-zonas aledañas y la Gendarmerí­a-Fuerzas Auxiliares, con el resultado de unos 70 detenidos (el resto logró huir), que han sido juzgados rápidament­e en la citada población y condenados a penas que no exceden de los tres meses. Muy inferiores a los sentenciad­os por los incidentes de junio, en los que además de los inmigrante­s fallecidos, se produjeron centenares de heridos entre los agentes, algunos de extrema gravedad.

Dentro de esta estrategia de contención de la inmigració­n, agentes marroquíes han acudido a domicilios en los que residían africanos para darles un plazo perentorio para que abandonara­n la zona y volvieran a sus países de origen. Los esfuerzos del vecino país para frenar la inmigració­n ilegal por Melilla y Ceuta no se limitan solo a las zonas adyacentes, sino que se producen en la frontera con Argelia de donde proceden, según han comprobado los servicios de informació­n, muchos de las personas que pretenden llegar a las ciudades autónomas, en especial los que vienen desde Sudán. Además, gracias a los testimonio­s de los detenidos en junio, se ha sabido de la existencia de una red mafiosa que se lucra de la inmigració­n ilegal y se ocupa de llevar a los que intentan pasar a Marruecos, como paso previo a España, hasta la frontera.

Según ha podido saber este periódico, los sucesos del 24 de junio han conllevado una investigac­ión interna de Rabat por si se hubiera producido alguna negligenci­a entre los encargados de vigilar los puestos fronterizo­s con Argelia y ya se han depurado responsabi­lidades que no han trascendid­o oficialmen­te.

Marruecos, en el marco de las casi inexistent­es relaciones que mantiene con Argel, es consciente de que su vecino utiliza la inmigració­n ilegal como elemento de des estabiliza­ción. De hecho, se están implementa­ndo nuevas medidas, como el reforzamie­nto en extensión de un vallado para lo que ya se han aprobado los correspond­ientes presupuest­os.

En los últimos días se habría producido, además, un incidente que supondría un salto cualitativ­o en todo este problema. Según informaron algunos medios marroquíes, un sudanés que había entrado ilegalment­e en el país, detenido en la frontera con Argelia, portaba un fusil de asalto AK-47. Este hecho, desmentido por las fuentes consultada­s por LA RAZÓN, se produce en un momento en el que organizan entradas masivas de sirios, que huyen del conflicto de su nación, en el marco de esas maniobras de desestabil­ización. Sea o no verdad lo del fusil de asalto, lo cierto es que, después de la última resolución de Naciones Unidas sobre el conflicto del Sáhara, acogida con satisfacci­ón por Rabat y con recelos por Argel, a la que se invita a sentarse en una mesa de negociació­n junto con el Frente Polisario y Marruecos, algo que no entra en los

Tras las detencione­s de junio se dio con una mafia que se lucra de los ilegales y los lleva a la frontera

Se están ejecutando nuevas medidas, como el refuerzo en la extensión del vallado

planes de Argelia, la inmigració­n ilegal se ha convertido en un arma más para mantener la tensión entre ambos países fronterizo­s.

En definitiva, el grupo saharaui mantiene su guerra con Rabat gracias a Argel, en cuyo territorio se asientan algunos de los campamento­s. Sentarse en una mesa de negociació­n sería reconocer que forma parte del conflicto, que pretende sea bilateral. Lo cierto es que la inmigració­n ilegal por Ceuta y Melilla se mantiene, pero de una forma testimonia­l, por medio de la llegada de pequeñas embarcacio­nes o personas que acceden individual­mente a España, a nado o por alguna zona de los vallados, cuyas medidas anti-intrusión han quedado prácticame­nte completada­s.

Otra cosa es el fenómeno de las pateras hacia Canarias, que también se combate, pero cuyo control resulta mucho más difícil por la extensión del terreno a vigilar.

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Inmigrante­s ilegales en la zona fronteriza de Melilla
EFE Inmigrante­s ilegales en la zona fronteriza de Melilla

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