Vaughan Williams, un aniversario desapercibido
«En España, Vaughan Williams es un ilustre desconocido»
«Su formación musical comenzó en la Chaterhouse»
El pasado 12 de octubre se cumplieron 150 años del nacimiento del compositor Ralph Vaughan Williams (1872–1958), figura de referencia en el sinfonismo británico cuyas obras más destacadas se han acomodado en repertorio habitual de las orquestas inglesas. Sin embargo, a pesar de la popularidad de sus obras y su rotunda contribución a la forja de una estética propiamente del país, ninguna institución más allá de él ha replicado los homenajes que se le han organizado en Inglaterra. Mucho menos en España, donde es un ilustre desconocido y donde sus partituras apenas aparecen por nuestras programaciones.
La BBC promovió la conmemoración de mayor calado, con una programación dedicada a la difusión de su biografía y catálogo que se inició la pasada primavera. El locutor Alan Davey definió al compositor como «un hombre que creemos conocer, pero cuyo corpus es asombrosamente amplio, variado, desbordante, y cuya influencia en la música británica quizá aún no se haya apreciado por completo». Nada más cierto.
Ralph Vaughan Williams nació el 12 de octubre de 1872 en Down Ampney. Dio sus primeras lecciones de piano junto a su tía. Su formación musical comenzó en la Charterhouse School y continuó en el Royal College of Music y el Trinity College de Cambridge, perfilando su personalidad como alumno de Hubert Parry, Max Bruch en Berlín y Maurice Ravel en París. Uno de los acontecimientos que determinó su lenguaje compositivo y allanó el camino hacia la forja de una estética puramente inglesa fue su interés por el folclore británico, viajando por las zonas interiores del país. Registró más de 800 melodías y muchas permanecieron en sus composiciones. Además de la tradición rural de Gran Bretaña, la profunda amistad de Gustav Holst fue crucial en su estilo y fuente de inspiración y recursos para ambos compositores. Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, se alistó voluntariamente a los 42 años declarándose tres más joven. En 1916 fue destinado a Francia tras un periodo de preparación y allí se enroló en el cuerpo médico. La barbaridad y pérdida de familiares y amigos, como el joven compositor George Butterworth,
alteraron tanto el estado anímico del compositor como su escritura. Aunque declarado ateo, se acomodó en el agnosticismo y construyó su refugio personal en la poesía, leyendo asiduamente a Shakespeare, Bunyan, Blake y Walt Whitman.
Vaughan Williams se casó dos veces: en 1897 con Adeline Fisher, a quien estuvo unido hasta su muerte, y en 1953 con Ursula Wood, cuya colaboración fue imprescindible para la fundación de la Sociedad que impulsa su legado desde 1994. El compositor falleció en 1958 y dejó para la posteridad un inmenso catálogo que toca casi todos los géneros: nueve sinfonías; conciertos para piano, violín, oboe y tuba; cinco óperas; música de cámara, ciclos de canciones e himnos; música para ballet y escena; y una importante producción para coro, con y sin acompañamiento orquestal.
Según David Hill, actual director de The Bach Choir, del que Vaugham Williams fue titular a sus 49 años, el compositor es el «abuelo de la recuperación musical de Reino Unido. Proclamó la necesidad de redescubrir nuestras propias raíces, ya sea en la canción popular, la himnodia, el canto o la poesía. Vaughan Williams es un compositor inglés por excelencia. Él y Elgar forjaron un camino dual de desarrollo nacional en la composición musical inglesa». Bueno es ampliar nuestra visión acercándonos a él.