Los «sin techo» se disparan un 70 % en Cataluña por la crisis
► La Fundación Arrels prevé finalizar el año 2022 con un déficit de 757.000 euros, 400.000 más de lo previsto, y pide ayuda a la ciudadanía para poder invertir la situación
Es la Arrels Fundación prevé finalizar el año 2022 con un déficit de 757.000 euros, unos 400.000 euros más de los que se calculaba debido al incremento de la inflación, por lo que ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para revertir esta situación económica y no tener que endeudarse a largo plazo. En los últimos años han crecido un 70 % sus atenciones a personas «sin techo».
El director de Arrels Fundación, Ferran Busquets, y la educadora del programa de vivienda Sheila Viñes, explicaron ayer que la inflación ha disparado los gastos de mantenimiento de los 130 pisos y centros de atención de la entidad en un 20 %.
«El mantenimiento de un piso cuesta unos 400 euros más ahora que a principios de año», precisó ha precisado Busquets, que apuntó que se estudia poder conseguir los bonos sociales de luz y gas poniendo los contratos a nombre de personas físicas y no jurídicas, como sucede ahora.
Al mismo tiempo, los ingresos de la fundación, el 70 % de los cuales llegan a través de las donaciones particulares, han bajado en 130.000 euros hasta septiembre pasado, una cifra que podría aumentar hasta los 217.000 euros a finales de este año, según indicó Busquets.
«Estamos preocupados», admitió el director de Arrels, que indicó que confía en que la ciudadanía reaccione a la petición de ayuda, como ya ha sucedido en anteriores ocasiones, y apoye a la entidad. En caso contrario, Arrels Fundación se debería plantear hipotecar alguno de sus inmuebles o endeudarse a largo plazo, un escenario al que se espera no llegar pero que se estudiará a finales de enero del próximo año 2023, una vez pasen las fiestas de Navidad.
Estas fechas son especialmente favorables para esta entidad, precisó su máximo responsable, porque es cuando muchas personas hacen aportaciones económicas. Del déficit de 757.000 euros total que se prevé para este año, 325.000 euros ya se esperaban porque la entidad apuesta por atender al máximo número de personas sin hogar que pueda y porque quería abrir nuevos recursos habitacionales para estas personas, explicó en la comparecencia.
Son los restantes 432.000 euros de déficit no esperado los que han puesto en alerta a los responsables de la fundación.
«La Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona saben de la situación de nuestra entidad y si nos quieren ayudar no diremos que no, lógicamente», consideró Busquets.
A su juicio, «revertir los 432.000 euros de déficit no previsto nos iría bien, pero a largo plazo necesitamos el apoyo de los ciudadanos» para poder seguir atendiendo cada vez a más personas sin hogar que lo necesiten», dijo el máximo responsable de la fundación en la misma rueda de prensa.
Mientras tanto, Arrels estudia qué aspectos son más prescindibles para ahorrar recursos económicos y se plantea que el «peor escenario «es el endeudamiento a largo plazo.
Desde enero a octubre de este año, Arrels ha atendido a 2.169 personas, más que todo el 2021, y el incremento de personas acompañadas en los últimos diez años asciende a un 70 %, según datos de la entidad.
También se ha ofrecido orientación a 541 personas sin hogar que no sabían adónde ir para pedir ayuda.
En 2021 se ofreció alojamiento estable a 250 personas, que no siempre son las mismas, el 73 % de las cuales no tienen ningún ingreso económico y, el resto, cuentan con ayudas que no superan los 600 euros.
Arrels Fundació recordó esta semana a las 80 personas en situación de sinhogarismo que han muerto en el último año, en un acto en la plaza Nova de Barcelona, ante la Catedral de la capital catalana.
La fundación lamenta que se siente desbordada ante la nueva situación de crisis económica