«Hoy me siento gay»
► El presidente de la FIFA denuncia la hipocresía de Europa al atacar el torneo mientras sus empresas hacen negocios en el país
«Hoy me siento qatarí, hoy me siento árabe, hoy me siento africano, hoy me siento gay, hoy me siento discapacitado, hoy me siento un trabajador migrante. Tengo sentimientos muy fuertes». Con esas palabras Gianni Infantino, el presidente de la FIFA, anunciaba lo que iba a ser su discurso de una hora ante los 500 periodistas presentes en uno de los varios anfiteatros de los que dispone el Centro Internacional de Prensa para el Mundial de Qatar.
Unas palabras que venían seguidas del relato de su niñez, difícil por ser diferente, y el ejemplo que Suiza puede suponer para el desarrollo de Qatar. «Sé lo que es ser discriminado en un país que no es el tuyo. Sufrí acoso en el colegio porque era pelirrojo y pecoso. Además, era de origen italiano y hablaba mal alemán. Vi lo que sufrían los trabajadores que llegaban a la frontera para buscar un futuro mejor», explicaba Infantino.
Eso sucedía en Suiza, a la que años después el presidente de la FIFA define como «un modelo de integración». Por eso denuncia la «hipocresía y la doble moral» de Europa al hablar de la organización del Mundial en Qatar. Denuncia Denuncia que, por ejemplo, mientras Europa critica «desde el sofá» la concesión de la Copa del Mundo a Qatar porque no respeta los derechos humanos, las empresas europeas hacen negocios muy lucrativos en Qatar. Y, sin embargo, lamenta que esas empresas se molesten cuando se pretende mejorar las condiciones de sus trabajadores. «A lo mejor no se pueden permitir ganar 900 millones en vez de 1.000», dice. Infantino asegura que la FIFA sí se preocupa de esas mejoras. «Cuando vine hace seis años lo primero que hice fue hablar de los trabajadores», asegura.
Infantino denuncia esa doble moral, pero mira para otro lado cuando se trata de los trabajadores fallecidos en la construcción de los estadios o cuando se trata de los derechos de los gays, a los que todavía se condena con siete años de cárcel por su opción sexual. «Todas las personas son bien recibidas en Qatar sea cual sea su religión, raza y orientación sexual», asegura el presidente de la FIFA.
El mejor ejemplo para Infantino es el de su organización, que se acerca a otras culturas para ayudar a transformarlas. Un proceso, el de la concesión de derechos a mujeres, a homosexuales, a migrantes que a Europa le costó 3.000 años.
Inmediatamente después de la intervención de Infantino, el director de relaciones con los medios de la FIFA, Bryan Swanson, salió del armario. «Soy gay, como también lo son otros muchos compañeros en la FIFA y siempre he sentido el respaldo de Infantino. La FIFA es una organización que ayuda, que es inclusiva y que siempre está pendiente de todo para ayudar a todas las personas. Estamos en Qatar para trabajar y no hemos tenido problema alguno. Bueno, ya tenéis el titular», dijo Swanson.
Sé lo que es ser discriminado. Sufrí acoso en el colegio porque era pelirrojo»
«Todas las personas son bien recibidas aquí, sea cual sea su religión, raza y orientación sexual» Gianni Infantino