El FMI reclama a España un ajuste fiscal de 6.000 millones
► Ve «apropiado» el impuesto a la banca y energéticas, pero alerta de que no considera los costes
El Fondo Monetario Internacional (FMI) reclama al Gobierno de España que comience a reducir su deuda tras el esfuerzo fiscal para contener los efectos de la pandemia y la crisis energética. Los técnicos del FMI consideran en su revisión anual de la economía española que la deuda sigue siendo elevada y se necesita un esfuerzo «sostenido» de consolidación. Así, aunque la respuesta del Gobierno fue «muy eficaz» para contener la crisis sanitaria, también fue costosa al elevar la proporción deuda/PIB hasta el 118%. Por ello, piden al Ejecutivo de Sánchez que aplique un ajuste fiscal para 2023 de hasta 6.000 millones de euros.
Para sanear las cuentas públicas, el organismo recomienda una reducción moderada del déficit fiscal estructural primario del próximo año de entre 0,25 y 0,5 puntos porcentuales del PIB, lo que supone entre 3.000 y 6.000 millones de euros. A partir de 2024, el FMI pide que ese ajuste aumente hasta el 0,6 puntos del PIB por año, alrededor de 7.200 millones de euros para «encauzar la deuda» y que España logre una posición fiscal casi equilibrada para 2030.
En este sentido, considera que la reducción del déficit estructural de 0,3 puntos porcentuales contemplada en los presupuestos de 2023 es «apropiada», aunque alerta de que su ejecución está sujeta a que los ingresos sean sólidos y haya un menor gasto en medidas energéticas.
El informe también concluye que el crecimiento del producto interior bruto (PIB) del país será «relativamente débil» en los próximos trimestres. En términos de PIB, el FMI revisa al 4,6% el crecimiento esperado para 2022, tres décimas más de lo que pronosticaba anteriormente y por encima la previsión del Gobierno (4,4%). Para 2023 la previsión queda sin cambios en el 1,2%. De esta forma, España no recuperará su nivel económico previo a la pandemia hasta comienzos de 2024. No obstante, el organismo subraya que estas perspectivas «están sujetas a gran incertidumbre» por los costes energéticos, la desaceleración de la economía mundial y un posible endurecimiento de las condiciones financieras por las subidas de tipos.
En su informe, la institución dirigida por Kristalina Georgieva considera que las subidas temporales de impuestos a bancos, energéticas y hogares de altos ingresos son apropiadas , pero alerta de que los gravámenes a empresas no tienen en cuenta los costes, ya que se aplican sobre los ingresos y no sobre los beneficios. «Si bien se prevé que los ingresos netos por intereses de los bancos aumenten en el corto plazo de forma paralela a los tipos más altos, las condiciones financieras más restrictivas y las perspectivas macroeconómicas menos favorables podrían incidir de forma sustancial en los costes», avisa. Por ello, recomienda vigilar la incidencia de estos impuestos y solo aplicarlos temporalmente.