Garamendi, reelegido como presidente de la CEOE
► Guinda no logra su objetivo, pero sus apoyos muestran las disensiones internas y una incipiente oposición a la gestión
No hubo sorpresa. Antonio Garamendi revalidó su presidencia en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) frente a la candidatura de la empresaria Virginia Guinda, que no pudo lograr su objetivo de alcanzar las riendas de la patronal, aunque sí ha demostrado que empieza a haber una incipiente oposición a su gestión, pese al evidente triunfo por una amplia mayoría –el 83% de los votos, 534 votos a favor por 85 de su oponente–. A Guinda no le ha bastado para convencer a los electores haber presentado un programa electoral con un modelo de gobernanza «más compartido y con una escucha más activa», con una mayor participación de las patronales territoriales y sectoriales, así como una mayor transparencia y con más capacidad «propositiva de abajo a arriba», además de su promesa de potenciar la figura de los empresarios. «Estoy contenta con mi aportación a estas elecciones y espero que haya servido para que haya más debate interno dentro de la organización», fueron las escuetas palabras de Guinda tras la conocer el resultado.
Por su parte, Garamendi, que en su primeras palabras tras ser reelegido dio las gracias a los empresarios y obvió citar a Guinda, no desaprovechó la ocasión para hacer recuento de los logros obtenidos durante los últimos cuatros años, marcados por la búsqueda de la «paz social» y «por la generosidad de los empresarios», aunque un cambio de estrategia de la CEOE, que será más «combativa en defensa de los derechos de los empresarios».
Ya ante los periodistas, Garamendi dijo que «el resultado electoral demuestra la unidad que existe dentro de CEOE. Todos estamos estamos para sumar y ayudar a este país», porque los empresarios «no somos el problema, sino la solución». Preguntado sobre si tras su triunfo iba a tomar en consideración la oposición demostrada por la patronal catalana Foment del Treball y por Guinda para decidir dejarles fuera del Comité Ejecutivo, Garamendi se limitó a decir que «no es el momento de hablar de eso, pero es evidente que no está en mi mente dejar fuera a una organización tan importante», aunque dejó una sombra de duda cuando aclaró que «no estaría bien hablar de esto sin contar con la junta directiva, que es con los que hay que tratar estos temas». Según recalcó, en la CEOE «no sobra nadie» y apeló al «respeto institucional».