De momento, los mejores, pero...
A la espera de Brasil, España es la selección que ha ofrecido una imagen más brillante, pero su rival era Costa Rica, que no deja de ser una banda
AbrióAbrió la lata de Costa Rica uno de los futbolistas que más me gusta de la Roja, un Dani Olmo que algún día me tendrán que explicar por qué aún no juega en un grande español. Y lo hizo con una delicatessen que constituyó el preludio de una victoria plagada de belleza futbolística. Es verdad que metimos muchos goles, pero no lo es menos que jugamos maravillosamente bien.
Golear al rival no es siempre sinónimo de jogo bonito, pero esta vez sí lo fue. De entre todos me quedo, obviamente, con Gavi. El de Los Palacios debutó en un Mundial con 18 años y tres meses y lo hizo no sólo convirtiéndose en el MVP del partido sino metiendo un gol sólo al alcance de los elegidos para la gloria. Lo mejor de todo es que, tal y como destaqué en mi anterior artículo, la selección española es un bloque, un colectivo eficaz como pocos y compacto como ninguno.
A día de hoy, y a expensas del debut de la gran favorita sobre el papel, Brasil, somos la selección que mejor imagen ha dado. Sólo Inglaterra, cuyo medio del campo y ataque provocan pánico, ha exhibido una altura futbolística próxima a la de España. Argentina es fiel calco de su líder, Leo Messi: mucho nombre, pero a la hora de la verdad, nada de nada. El que tantos y tantos culés denominaron «mejor jugador de todos los tiempos» lleva desde 2015 de vacaciones en lo que a grandes títulos internacionales se refiere. La Alemania de Flick está a años luz de la de Joachim Löw, que conquistó el Mundial hace no tanto en Maracaná después de derrotar a Brasil en semifinales con el histórico 7-1. Y si bien es cierto que Francia ganó con holgura no lo es menos que le costó sacar adelante su encuentro contra un plantel del montón llamado Australia, que empezó mandando en el marcador.
La medida de la capacidad real de los de Luis Enrique nos la dará el domingo el partido contra Alemania. Un conjunto al que, por mucho que haya iniciado su periplo catarí con gatillazo y de los buenos, siempre le quedará algo de aquello que Lineker retrató como nadie: «El fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, en el que juegan once contra once y siempre gana Alemania». Y ojo con Japón porque, tal y como se vio, no es una perita en dulce y remontó el partido en una segunda parte espectacular. Sea como fuere, el tema pinta muy bien. Pero cuidadín porque Costa Rica no deja de ser una banda en la que las dos grandes estrellas son un pelotero vulgarcito, Campbell, y un extraordinario portero que ahora es suplente en el PSG, Keylor Navas. Yo, en cualquier caso, me mantengo en mis trece: si superamos los cuartos de final, donde previsiblemente nos veríamos las caras con Brasil, seremos campeones del mundo.
La medida real del equipo de Luis Enrique nos la dará el partido contra Alemania