El Congreso da el primer aval a la reforma de la sedición
► Sánchez vuelve a abrir la puerta a reformar el delito de malversación: «Esperemos al trámite parlamentario»
El mismo día que el Gobierno conseguía aprobar los Presupuestos Generales del Estado, el Ejecutivo comenzaba a entregar alguno de los costes del apoyo, a ERC. La derogación del delito de sedición, reclamada por el mundo independentista, comenzó ayer su andadura en el Congreso de los Diputados tras superar el primer trámite parlamentario. Al cierre de esta edición, el Pleno todavía continuaba y no se había votado la medida para eliminar del Código Penal la sedición para sustituirla por un delito de desórdenes públicos, aunque saldría adelante una hora después tras una tensa toma en consideración, de la mano de PSOE, Unidas Podemos, ERC y Bildu.
El debate se produjo en un clima de máxima tensión y con intentos por parte de la oposición de convencer a los socialistas para que votaran en contra. El bloque de la derecha reprochó al Ejecutivo que «cambiara» los votos de los Presupuestos por concesiones. Así, desde el PP se trató hasta el momento de la votación convencer a los diputados que corresponden a las cuotas territoriales que se han mostrado en contra con más fuerza de derogar el delito de sedición como Castilla-La Mancha, Aragón o Extremadura. En estas comunidades, sus barones han tratado de presionar públicamente a su partido para evitar este escenario. Los populares consiguieron que la votación se produjera por llamamiento, es decir, uno a uno, con el objetivo de retratar a cada diputado socialista que votara a favor de la sedición.
La propuesta legislativa fue presentada tanto por el diputado socialista Francisco Aranda como por el diputado de Podemos Jaume Asens. Aranda defendió la supresión de la sedición reivindicando la «valentía» del PSOE para rebajar el «procés» y ensalzando al PSC como un «partido que nunca nunca ha fallado» y que fue «fundado para garantizar la unidad civil». «Lecciones de patriotismo, ninguna», espetó. Asimismo, sostuvo que la reforma penal introduce la «legislación europea» en el ordenamiento jurídico español ya que, a su juicio, alinea el Código Penal español con el del resto de países europeos.
Asens argumentó que la supresión de la sedición es necesario porque es una «reliquia del pasado» porque se redactó en 1822; porque «amenaza al derecho de protesta»; y, porque «es un paso importante para desjudicializar el conflicto en Cataluña». Asimismo, cargó contra JxCat y los independentistas radicales porque reprochan que la reforma penal «se hace contra la protesta pacífica y tiene efecto desmovilizador». «Están mintiendo a la gente: en su afán por desconectar de España, han desconectado de la realidad», afirmó, reflejando la alianza de todo el bloque de izquierdas (entre PSOE, Podemos y ERC, que puede trasladarse a Cataluña).
Por su parte, Cuca Gamarra fue la encargada de defender la oposición a la derogación, por parte del PP. En la línea de la exigencia a los socialistas para que evitaran la aprobación de la derogación, ua en tribuna les pidió que «dejen de engañar» a sus votantes, recordando que Sánchez prometió traer a Puigdemont para ser juzgado o tipificar los referéndums ilegales. «Ustedes –en referencia a los diputados– también se lo prometieron a sus votantes. Por eso hoy no romperán la disciplina de voto, sino la confianza de los españoles que os votaron». La portavoz popular censuró a Sánchez por «reescribir la sentencia ya dictada por el Supremo» –con la eliminación del delito–. «No tengan duda de que los españoles no van a olvidar esta entrega», aseguró
La reforma del delito de sedición puede tener una consecuencia inmendiata, la de la vuelta de los nueve políticos condenados por el procés a la primera línea política. Aunque también es cierto que algunos de ellos se han ido ya (como Jordi Cuixart) de la política, con la rebaja de las penas podrían optar nuevamente a cargos públicos a partir de 2025, año que coincide con elecciones autonómicas en Cataluña. Es decir, Oriol Junqueras podría ser el candidato de ERC y Jordi Turull, el de JxCat. Podrán beneficiar también a los que están por regresar a España: Carles Puigdemont y Marta Rovira. Ambos pasarían a ser juzgados por el nuevo delito de desórdenes públicos y la rebaja de las penas podría facilitar que ninguno de los dos pase por prisión provisional, tal y como ocurrió con el resto de consellers mientras esperaban juicio.
El debate de sedición estuvo marcado también por la malversación, otra vez. En las últimas semanas su reforma se ha dado por hecha y al instante se ha enfriado. Y así continuamente. Fue el Gobierno quien, dio aire al cambio en el delito de malversación, después de que ERC exigiera su modificación, en plena negociación parlamentaria.
La pasada semana, tal y como adelantó este diario, ERC rebajaba sus posiciones de máximos y el propio portavoz republicano, Gabriel Rufián, aseguró que estudiarían estudiarían ahora si se puede o no reformar el delito. El PSOE este mismo lunes también rebajaba al máximo las posibilidades, respaldándose en que no existen las mayorías parlamentarias suficientes.
Sin embargo, ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, volvió a dejar la puerta abierta a reformar el delito de malversación. «Vamos a esperar a la tramitación parlamentaria», repitió hasta en dos ocasiones ante las preguntas de los periodistas. Un mensaje que llegaba horas antes de que se debatiera en el Congreso la derogación de la sedición.
El presidente no quiso dar más detalles sobre los pasos a seguir, pero va en línea con la intención de abordar la posibilidad vía enmiendas, si finalmente registra las enmiendas ERC dentro de la proposición de ley sobre la derogación del delito de sedición. Sobre este último, Sánchez ha manifestado la voluntad del Ejecutivo de «europeizar y homologar el Código Penal a los estándares de las democracias europeas».
El PP había forzado una votación por llamamiento con el objetivo de retratar a los socialistas
El PSOE reivindica la «valentía» con la reforma para desinflar el «procés» en Cataluña