El paro juvenil se enquista: suma 72.000 desocupados más desde verano
► Uno de cada cinco parados en España tiene menos de 25 años. Díaz culpa a los «gobiernos nini» de los últimos 40 años
El paro juvenil continúa siendo la gran asignatura pendiente del mercado laboral español. Así lo reconoció ayer la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que acusó a los «gobiernos ninis» de haber aplicado a lo largo de la historia democrática de España un «modelo deliberado para convertir el paro juvenil en estructural». Según defendió en un foro de empleo, desde la primera reforma laboral de 1984, «la respuesta ha sido hacer un contrato basura tras otro, devaluando las condiciones de los jóvenes y pensando que así íbamos a reducir el paro». Las subsiguientes reformas no solo hicieron esto, sino que agudizaron este planteamiento. Fue un modelo deliberado, erróneo, fallido, ineficiente económicamente», apostilló, aunque se desentendió de la parte de culpa que le corresponde tras tres años en el Gobierno.
Ahora mismo, España registra el desempleo juvenil más alto de Europa. Mientras que la media europea se sitúa en el 16,5% y no solo dobla esta cifra «si no que no da muestras de poder buscar una solución que dé la vuelta a esta situación». De hecho, es el único país europeo que eleva su tasa por encima del 30%, una situación que va camino de alcanzar una «metástasis social» y un grave «problema en el corto y medio plazo», incluso cuando se haya superado la actual crisis económica. Así lo determina el último informe del crecimiento del paro juvenil en España de Asempleo, que se disparó, a finales del tercer trimestre, hasta los 540.000 desempleados, sumando 72.000 nuevos parados menores de 25 años en solo tres meses. De hecho, uno de cada cinco parados en España tiene menos de 25 años.
De este modo, la tasa de paro juvenil actual se sitúa en el 33,4% –el 31% según los datos que maneja el Ministerio de Trabajo– y supera en 13 puntos la existente al inicio de la crisis financiera de 2008. «Esto evidencia la falta de oportunidades laborales y de pasarelas al empleo para los jóvenes españoles, una escasa o poco eficiente política de empleo y poco aprovechamiento del nuevo talento que termina buscando fuera lo que no encuentra dentro de nuestras fronteras», explica Asempleo en su estudio. Además advierte de que los «vientos de cola que empujaban la recuperación del empleo han cesado», y eso se «hace más evidente en las dinámicas de ciertos colectivos, como los parados de larga duración, los mayores de 45 años o los jóvenes». En el caso de los menores de 25 años, registran tasas de paro que duplican la media europea y, en algunos casos, triplican la de los países de nuestro entorno, lo que demuestra «el debilitamiento acumulado desde septiembre».
En su análisis determina que hay más varones jóvenes en paro que mujeres. Los hombres menores de 25 años representan un 20,6% del paro masculino, porcentaje que no se alcanzaba desde 2009, mientras que las mujeres son el 16,1% de total de paradas, volviendo a registros de 2013. Pese a que el peso de este colectivo es inferior al registrado a comienzos de la crisis financiera de 2008, el número de desempleados es mayor. Así, mientras que los jóvenes parados alcanzaban los 217.000 en el tercer trimestre de 2007, esta cifra cerró el tercer trimestre de este año en 276.000 pesonas. Por su parte, las paradas eran 244.000 en 2007 y ahora, en el mismo periodo de 2022, suman 264.000, 20.000 más.
Para Asempleo, la actual situación constata «el gran escalón» entre lo que demanda el mercado laboral y la elevada formación recibida por los jóvenes, con apenas un 6,3% de estudios primarios o inferiores, pero que no logra alcanzar sus expectativas laborales por la ausencia de oportunidades y la falta de adaptación de los estudios al mercado laboral real.