El coleccionista de mundiales
► Ha «jugado» las seis copas del mundo del siglo XXI sin saltar al césped, con cuatro selecciones distintas y maestros como Pekerman, Bielsa y el Tata Martino
Gabriel Wainer (Buenos Aires, 1966) ha «jugado» más mundiales que Rafa Márquez, Messi o Cristiano. Ellos tienen cinco y, para él, Qatar es su sexta participación, aunque nunca ha saltado al césped ni marcado un gol. Lo que sí ha hecho es estudiar rivales y analizar partidos propios para cuatro selecciones distintas y maestros de los banquillos como Bielsa, Pekerman o el Tata Martino.
Precisamente su historia arranca en Rosario y con el «Loco» como «cómplice». «Con 20 años me voy a vivir allá y para acercarme al fútbol empiezo a estudiar Comunicación Social y a buscar trabajo en medios de comunicación deportivos», cuenta el propio Gabriel desde la concentración de Ecuador en Qatar. Actualmente es el director deportivo de la «Tri», con más de cien personas a su cargo y un papel más organizativo que de asistente técnico.
«Con el tiempo entré en una radio deportiva mientras que para ganarme la vida trabajaba de cajero en un banco», continúa Wainer antes de llegar al momento que seguramente le cambió la vida, o le encaminó hacia lo que es ahora. «Por las tardes iba a los entrenamientos de los equipos que me asignaban en la radio. Hasta que un día me enviaron a Newell’s y ahí tuve el primer contacto con Bielsa. Empezamos a intercambiar preguntas y respuestas, agarramos un poco de confianza y vio algo en mí. Me explicaba situaciones en su pizarra e iba aprendiendo aprendiendo lo que él buscaba», continúa. Cuando el técnico se va al Atlas de México le recomienda hacer el curso de entrenador. «Me llamaba por teléfono para que le contara cómo habían sido los partidos de Newell’s. Y me acaba invitando a trabajar con él en Vélez. Luego se va al Espanyol, pero poco después lo llaman de la selección argentina y me suma a su cuerpo técnico».
Y en 2002 empieza su maratón en los Mundiales, que va por seis, todos los del siglo XXI. Su trabajo siempre fue el de analista de rivales unido al de ayudante del entrenador, algo que le ha llevado a vivir situaciones insólitas: desde inscribirse en un club de billar en La Paz a tratar de entrar en un colegio en Asunción para «espiar» el entrenamiento del rival.
Con Bielsa y Argentina debutó en un Mundial en Corea y Japón 2002, para repetir con la albiceleste en 2006, ya con José Pekerman al mando. En el Mundial 2010 trabajó con la Paraguay de Martino y en 2014 y 2018 volvió con Pekerman, aunque ya con Colombia. Su papel sólo ha cambiado en este 2022, con Ecuador, donde se ha pasado a la dirección deportiva. De Bielsa destaca su «obsesión por el ataque, es lo que mejor lo define»; de Pekerman opina que «es un gran intuitivo, intuye las cosas y en un gran porcentaje acierta en lo que va a pasar»; de Martino valora «que llega mucho al vestuario, es muy cercano a los jugadores».
De sus 25 años de trayectoria guarda muchísimos recuerdos y, aunque le cuesta quedarse con una camiseta especial, enumera unos nombres que asustan: «Diría Batistuta, Messi, Topo Cáceres, Paulo Da Silva, Justo Villar .... Guardo con mucho cariño la de Pablito Aimar, Juanfer Quintero, James Rodríguez...», y cierra con la de Enner Valencia, el héroe de los dos goles de Ecuador ante Qatar.
Desde 1997 ha cambiado mucho la forma de recoger la información. De las cintas de VHS que llegaban a los dos o tres días por mensajería, a los CD’s y las aplicaciones de «scouting» actuales, que permiten verlo todo en tiempo real. Lo que no cambia es que si hay un Mundial, allí está él.