Cómo el coche en propiedad pasará a la historia
Durante el último siglo, la humanidad ha tenido una histórica relación amorosa con el automóvil. El símbolo de la movilidad en todo el mundo ha sido el coche en propiedad, el cual ha jugado un papel protagonista en el desarrollo de nuestras vidas, nuestras industrias y nuestras ciudades.
Pero ¿y si este deseo de poseer es reemplazado por una mentalidad de conveniencia y un enfoque de pago por uso? Con el constante descenso descenso en el número de jóvenes que aprenden a conducir, el auge de las plataformas de movilidad compartida o unipersonal, y la perspectiva realista de vehículos autónomos circulando en nuestras carreteras en un futuro cada vez más cercano, el modelo de propiedad en esta década avanza hacia un Netflix basado en el alquiler de coches.
Prueba de ello es el auge del renting, el cual continúa su crecimiento imparable en el mercado español, tal y como muestran los datos de las matriculaciones en 2021 cuyas cifras aumentaron en un 24,64% en relación a 2020. El gran protagonista del boom del renting es el cliente particular, el cual cada vez más, acude a un modelo de alquiler con todo incluido hasta hace poco popular sólo entre empresas, para estrenar coche sin necesidad de comprarlo. Además, el renting se presenta como el gran aliado para la electrificación del parque móvil en una década en la que decenas de millones de europeos conducirán su primer coche eléctrico. Y es que, debido al ritmo acelerado de innovación impulsada por la tecnología y tal y como sucede con los teléfonos móviles, la creencia generalizada es que la próxima generación de baterías y vehículos eléctricos será mucho mejor que la actual, entonces… ¿Por qué comprar un iPhone y mantenerlo 10 años, pudiendo tener un iPhone nuevo y con mejores prestaciones cada año durante los próximos 10 años?