¿Cuándo es buen momento para comprar un coche eléctrico?
► Presenta muchas ventajas y también algunos inconvenientes. Los cargadores no son problema si llevamos una planificación de ruta
Las recientes informaciones sobre limitación a la recarga de coches eléctricos que se están dictando en algunos países de la Unión Europea están creando una gran incertidumbre sobre el coche eléctrico. En un momento en que las restricciones de energía pueden ser un hecho a corto o medio plazo si se mantiene la guerra de Rusia contra Ucrania, son muchos clientes de automóviles eléctricos que se preguntan si estamos en el escenario más oportuno para dar este paso.
Sin embargo, para muchos es el momento ideal para plantearse el cambio al coche eléctrico cuando el precio medio de los carburantes se mantiene entre los 1,8 y los 2,0 euros por litro, ya que este precio se sitúa aproximadamente un 15% más elevado que hace doce meses en el caso de la gasolina, y un 25% más alto en el del gasóleo.
Es cierto que la venta de vehículos electrificados continúa al alza, a pesar de que el mercado en general está deprimido. Incluso se ha duplicado en los seis primeros meses de este año. Pero dentro de esta denominación incluimos no solo a los eléctricos puros (BEV), sino asimismo a los híbridos enchufables (PHEV) que, además de disfrutar asimismo de la etiqueta cero, no tienen dificultades de encontrar puntos de recarga en los viajes, al entrar el motor de combustión cuando se acaba la electricidad. Pero pueden funcionar en modo eléctrico en el tráfico diario ya que su autonomía en cero emisiones suele estar en muchos modelos por encima de los 50 kilómetros diarios. Y eso es una ventaja evidente no solo por las facilidades de todo tipo que recibe el usuario de un coche con etiqueta 0, sino por los beneficios que nos aporta a todos una circulación limpia y libre de humos, además de silenciosa. Una ventaja que aportan tanto los eléctricos puros como los híbridos enchufables.
La posibilidad de exhibir la etiqueta 0 aporta grandes ventajas en un momento en el que las grandes ciudades están restringiendo de forma severa la presencia de los coches de gasolina y diésel. Debido a esto, tienen más trabas para circular y estacionar. En cambio, los que tienen la etiqueta 0 Emisiones disponen de ciertas ventajas. Por ejemplo, tienen aparcamiento gratuito en las zonas de aparcamiento regulado en las que, el resto de los usuarios, deben pagar en los parquímetros instalados. Por ejemplo, en Madrid y Barcelona en las zonas verdes o azules. Si uno viaja normalmente a estas ciudades, se ahorrará un buen dinero en parquímetros. De igual manera están exentos de las restricciones de circulación en ciudades cuando entran los niveles de contaminación por encima de los límites establecidos. Otra ventaja importante es el tema de las ayudas a la adquisición de un coche nuevo eléctrico. Como por lo general, el precio es más elevado que el de los vehículos que se mueven con combustibles fósiles, se han establecido subvenciones para paliar en parte este desequilibrio. Actualmente, y hasta finales de 2023, está vigente el Plan Moves 3, por el que puedes percibir una ayuda de hasta 7.000 euros para adquirir un coche eléctrico si se entrega un vehículo viejo a cambio, o 4.500 si no se lleva ningún otro al desguace. Para disfrutar de esta ayuda, el precio del coche comprado no puede superar los 45.000 euros y debe ser nuevo, de renting o de km0, pero no de segunda mano. Si se prefiere un híbrido enchufable, la subvención será de 5.000 euros si se entrega uno viejo de siete años o más y de 2.500 si no se hace.
Pero hay que señalar que todas estas ayudas deben ser gestionadas por el comprador, no por los concesionarios como ocurría con los Planes Prever, lo cual es un engorro. Otro inconveniente es que las cantidades percibidas pasan a considerarse ingresos brutos y cotizan en la declaración del IRPF. Hay, además, ayudas para sufragar los costes de instalación de un punto de recarga en casa que pueden cubrir hasta el 80% de lo presupuestado. Y se contemplan asimismo ayudas para las empresas que quieran electrificar su flota de vehículos de transporte o de turismos.
En la utilización diaria nos encontraremos con el inconveniente muchas veces expuesto de la escasez de puntos de recarga. Algo que se soluciona si hay posibilidad de tener un cargador en casa, lo cual restringe la utilización de coche electrificado a una minoría de usuarios. Pero a cambio, al volante notaremos que los eléctricos disponen de una aceleración asombrosa, ya que las baterías rinden su potencia desde el primer momento y sus motores no necesitan subir de revoluciones. Esto supone una ventaja importante en la salida de los semáforos y para realizar maniobras con rapidez.
Como decimos, la mejor solución para tener un eléctrico es disponer de un cargador propio. Si alguien tiene esta posibilidad, puede aprovechar las subvenciones para hacer esta instalación y así controlar mejor el coste de cada recarga. Para los usuarios que estén en el mercado regulado de la luz, que sufren más los cambios bruscos de precio, el mejor consejo es conocer los horarios más baratos y aprovecharlos. Por otra parte, ser conscientes de los kilómetros que hacemos diariamente, o semanalmente, nos ayudará a saber cuándo es el mejor momento para recargar. De esta forma, aprovecharemos mejor las horas baratas de luz o los puntos de recarga más baratos.
Actualmente, hay cerca de quince mil puntos de recarga públicos en nuestro país, una cifra que resulta claramente insuficiente para cubrir la demanda de los usuarios. Además, algunos de ellos tienen un precio bastante elevado, por lo que no compensa siempre recurrir a ellos. Sin embargo, existen algunos muy baratos o incluso gratuitos, como, por ejemplo, en algunos centros comerciales, hipermercados, hoteles o incluso centros de trabajo.
Las ayudas pueden cubrir hasta el 80% del coste de la instalación del cargador en casa