Victor Hugo o el triunfo del amor en tiempos miserables
► Con esta novela publicada en 1862, el autor se consolidó como uno de los escritores más importantes del siglo XIX aun siendo criticado por sus coetáneos
El triunfo de la miseria humana y unos personajes impecables. Son los dos principales ingredientes que han hecho de la novela «Los miserables» de Victor Hugo una de las obras más importantes de la historia de la literatura, así como un volumen que nunca pasa de moda. A través de sus páginas, no importa la época en que se lea ni el contexto social, continúa inspirando todo tipo de sensaciones, de la alegría al llanto, del odio a la empatía. Todo ello gracias a una historia con la que Hugo quiso rastrear los puntos más fuertes y sensibles del corazón humano dentro de una revolución política y social. Y qué mejor manera que hacerlo a través de unos personajes que continúan siendo ya no solo inspiración literaria, sino símbolo de tantos movimientos y experiencias humanas: desde la aventura de superación de Jean Valejan hasta la fascinante evolución de Cosette, pasando por las sombras de Javert o la crudeza vivida por Fantine. Un tomo que gira en torno al bien y al mal, y que ha llegado a todo tipo de públicos gracias a su capacidad de transmitir valores como la esperanza y el amor desde la zona más ruin de la realidad, así como los riesgos que conllevan la maldad o la traición.
Victor Hugo publicó la obra en 1862 y, a través de un estilo literario romántico, para ella se inspiró, según aseguró el autor, en Vidocq, un criminal francés que, al estilo de Valjean, se redimió y acabó inaugurando la Policía Nacional francesa. Asimismo, otra gran inspiración para crear esta novela capital fue, por supuesto, la historia de su país en aquella época. Por tanto, los personajes viven en plena rebelión de junio de 1832, insurrección republicana acaecida en París donde cientos de personas se levantaron contra el régimen.
«Nada vivo»
Si bien era muy esperada por sus contemporáneos, como toda obra maestra también fue criticada. Algunos tacharon a «Los miserables» de inmoral, mientras que otros señalaban el exceso de sentimentalismo o de simpatía hacia los revolucionarios. Así lo resumió «Le Monde» el año de su publicación: «Uno no puede leerlo sin un invencible disgusto para todos los detalles que el señor Hugo da en relación con la exitosa planificación de los disturbios».
Asimismo, los franceses Goncourt llegaron a decir que era artificial y decepcionante: «Título injustificado: sin miseria, ni hospital (...) Nada vivo: los personajes son de bronce, de alabastro, de todo, excepto de carne y hueso. La falta de observación estalla y hiere en todas partes».
Afortunadamente, esta percepción cambió con el tiempo, consecuencia de que todo aquello que resulta rompedor siempre tiene a a sus detractores impulsados por el miedo al cambio. Y lo cierto es que terminó consolidándose como una obra clave, pues si bien con «Nuestra señora de París» Hugo revolucionó el mundo gótico, «Los miserables» lo hizo con el mundo moderno, hasta el punto de convertirse en un éxito comercial y uno de los libros más recomendados y populares todavía a día de hoy.