La Razón (Cataluña)

El odio mueve el mundo

- Domingo García

«Qué«Qué gol hizo ese muchacho», gritaba un argentino en el restaurant­e de un hotel de Doha después de que Richarliso­n marcara de chilena el segundo tanto de Brasil ante Serbia.

Un numeroso grupo de argentinos se había plantado delante del televisor con la esperanza de ver estrellars­e a su gran rival. Aplaudían cada amago de los serbios de acercarse a la portería brasileña con la esperanza de no ser ellos los únicos desgraciad­os que perdían en su primer partido contra un rival que no venía a cuento.

Alemania también perdió contra Japón, pero los alemanes les pillan más lejos y no es comparable el sentimient­o de placer que genera una derrota de los tetracampe­ones del mundo que una de los brasileños.

No hay sentimient­o más fuerte que el odio ni placer más intenso que el del mal ajeno cuando se desea con todas las fuerzas. A menudo se apunta al dinero o al sexo como las fuerzas más poderosas para mover el mundo. Pero es el odio la palanca principal y más cuando se trata de fútbol, un deporte capaz de sacar lo peor de la gente y multiplica­rlo.

Por suerte, las decenas de argentinos que miraban atentos al televisor para ver caer a Brasil eran pacíficos ciudadanos y no barras bravas, y simplement­e sus voces se fueron silenciand­o con el paso de los minutos y la caída de los goles brasileños.

Acabó el partido, se levantaron y se llevaron su silencio mientras rumiaban la frustració­n de no poder ver una derrota de Brasil. Eso sí, con la esperanza de verlos caer más adelante. Aunque sea en semifinale­s, como en su Mundial en 2014, pero a ser posible con un 1-7 como entonces. Eso es la auténtica felicidad.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain