Zelenski no tiene oposición dentro de la política ucraniana
► La popularidad del presidente crece con la invasión, mientras apenas surgen críticas a su gestión de la guerra
El Rusia sigue atacando la infraestructura civil clave de Ucrania con la esperanza de sembrar el caos y provocar grandes protestas para obligar al gobierno a rendirse. Sin embargo, los ucranianos se han unido detrás de su presidente y el Ejército con el nivel de confianza hacia el gobierno más alto en la historia del país.
El 84% de los ucranianos aprobaba a Volodimir Zelenski en octubre, en comparación con el 63% que disfrutó el exactor en 2019, justo después de recibir el 73% del voto popular en las elecciones presidenciales y ganar la mayoría en todas las regiones del país menos una.
Antes de la invasión, su presidencia estuvo marcada por la promesa de poner fin a la guerra en el Donbás y deshacerse de la influencia de los poderosos oligarcas. Basándose en su imagen de un “outsider” político, llevó a su partido a ganar la mayoría en el parlamento barriendo a un número de políticos “viejos” vistos por muchos como corruptos e incompetentes. Confiando en sus asociados más cercanos, el jefe de su administración, Andriy Yermak, y el Consejo de Seguridad y Defensa, encabezado por Olexiy Danilov, Zelenski trató de desafiar a los oligarcas pero no pudo hacer nada para evitar la agresión rusa.
La invasión ha tenido su impacto en la política del país, pero no logró provocar cambios revolucionarios.
Todas las ramas del poder han continuado su labor. El parlamento ha votado a favor de varios cientos de leyes necesarias para adaptarse a las nuevas condiciones. Sus reuniones deben llevarse a cabo en un lugar no revelado y sin la transmisión de la televisión. Aun así, continúa reuniéndose en su edificio en el centro de Kyiv, recibiendo con frecuencia a líderes extranjeros de alto nivel y al mismo Zelenski. Varios parlamentarios se han unido al ejército ucraniano.
Existe un consenso no oficial en la política ucraniana que excluye cualquier crítica dura del gobierno por parte de los partidos políticos de la oposición. Los jefes de esos partidos, como el expresidente Petro Poroshenko o la ex primera ministra Yulia Tymoshenko, mantienen un perfil bajo.
Otro político influyente, Viktor Medvedchuk, fue aislado por sus actividades abiertamente prorrusas y puesto bajo arresto domiciliario un año antes de la invasión.
El propio Zelenski continúa confiando en una serie de colaboradores cercanos. Además de Yermak, es probable que incluya al subjefe de la Oficina Kyrylo Tymoshenko, al jefe de su facción parlamentaria David Arajamia, al asesor Myjailo Podoliak, así como a los ministros de Defensa y Asuntos Exteriores, Olexiy Reznikov y Dmytro Kuleba, entre otros.
El primer ministro Denys Shmygal, aunque formalmente es el político más poderoso del país, se mantiene leal a Zelenski. Se ha centrado en el trabajo organizativo cotidiano, lo que hace que el arreglo político de Ucrania sea algo similar al de Francia donde la figura del presidente se apoya más en su importancia histórica e influencia política que en poderes formales.
El presidente ha permanecido en Kyiv, amenazada por la guerra, viviendo y trabajando desde el edificio de la administración presidencial en el mismo centro de la ciudad. Si bien el edificio está equipado con un búnker, Zelenski a menudo graba videos desde su oficina o desde el área exterior frente al edificio, como lo hizo al comienzo de la invasión para demostrar que no tenía la intención de escapar. Mantiene su perfil muy público, dirigiéndose a los ucranianos todas las noches.
A nivel regional, no se han producido cambios importantes en áreas relativamente más seguras, ya que los jefes de las administraciones estatales continúan representando al presidente mientras las autoridades locales incluso obtienen nuevos poderes. Sin embargo, en las áreas liberadas y de primera línea, el poder ejecutivo ha sido centralizado.
En algunos momentos surgieron especulaciones sobre posibles fricciones entre Zelenski y el comandante en jefe del ejército Valerii Zaluzhnyi, quien también ha disfrutado de una creciente popularidad. Tanto el presidente como el general se apresuraron a desmentir tales rumores demostrando sus cordiales relaciones.
Más recientemente, Zaluzhnyi afirmó que el ejército no aceptaría ninguna negociación con Rusia, probablemente como reacción a algunas sugerencias informales de algunos de los socios extranjeros de Ucrania de que el país debería estar más abierto a las conversaciones con los invasores. Históricamente, el ejército ucraniano se ha mantenido neutral en política y los oligarcas que poseen grandes negocios y ayudan a financiar varios partidos políticos han mantenido un perfil muy bajo, centrándose en su trabajo de caridad.