César o nada
Un curioso planteamiento es el que nos trae el libro que comento esta semana para ustedes, especialmente los lectores aficionados a la historia de la Roma imperial. Se titula «A orillas del Rubicón» y está escrita por Francisco Uría y José L. Hernández Garvi y la originalidad es el planteamiento epistolar entre Julio César y su maestro de juventud Manio Atellus, en donde se nos muestra una parte esencial de la historia romana: el momento cumbre en el que César decide atravesar el Rubicón, frontera que marcaba el territorio de la Roma capitalina y sus dominios infranqueables, so pena de muerte del transgresor.
Los autores imaginan una correspondencia llena de matices sutiles entre un impetuoso, soberbio y decidido César, que, aunque ha decidido ya dar ese salto a la Historia que lo recuerde como aquel que devolvió la grandeza a Roma (si gana el envite) o a la muerte y el olvido eterno (si es derrotado por las fuerzas de Pompeyo, el otro triunviro vivo, tras la muerte de Craso en Asiria), y su maestro Atellus, de quien intenta conseguir el apoyo a lo que le plantea como una duda existencial. Sin embargo, este no regala los oídos de su discípulo y lo deja a los pies de los caballos por su soberbia y egocentrismo, aunque –según transcurre la narración– nos enteramos de que este viejo, ciego y amargado, tiene una cuita personal con quien fue su discípulo.
A esta correspondencia entre ambos, se une alguna carta entre Pompeyo, el rival de César, y su fiel Lucio Domicio, donde descubrimos un sórdido mundo de intereses y de traiciones. Muy bien escrito por ambos autores, esta que calificaríamos de novela histórica epistolar nos seduce con un ritmo frenético en el intercambio de las misivas, en donde somos espectadores privilegiados de dos conceptos del mundo enfrentados, pero con un final sorprendente. Se la merendarán de un tirón.