La Razón (Cataluña)

Alemania responde a España

► Un gol de Füllkrug en los últimos minutos igualó el de Morata, que había adelantado a la Roja en un gran partido que acerca a la selección de Luis Enrique a los octavos

- Domingo García.

EspañaEspa­ña se sentía ya casi en los octavos de final cuando Füllkrug, el delantero alemán que había entrado en la segunda parte, clavó la pelota en un ángulo de la portería de Unai Simón. Alemania tuvo que recurrir al delantero del Werder Bremen, un nueve puro, para igualar un partido en el que España siempre tuvo ventaja en el juego. Es un fútbol muy atractivo el de la Roja, capaz de acercarse al gol con un dominio abusivo de la pelota o atacando los espacios

Contra Alemania tocaba correr y aprovechar los espacios que dejaba el rival, un equipo que se parte en dos mitades con los cuatro de arriba, que se cambian de posición con la misma facilidad que los delanteros españoles, por un lado y los cuatro defensas y los dos mediocentr­os por otro.

Ahí ganaba España, en el medio, con Busquets, Gavi y Pedri, y en la banda izquierda, donde la conexión entre Dani Olmo y Jordi Alba abría caminos que se acercaban acercaban al gol. Olmo remató al larguero en los primeros minutos. Su disparo hizo temblar la portería y los cimientos de la confianza alemana. Por ese costado llegaba el peligro del equipo español. Aunque ninguna jugada tan evidente como el pase que regaló Olmo a Ferran Torres en el centro del área y que el delantero del Barcelona remató con la izquierda por encima del larguero.

Dani Olmo insistía y puso un balón parecido a Marco Asensio, con el mismo resultado. La pelota terminó saliendo por encima del larguero. Pero Alemania sentía que no podía desentende­rse de lo que dejaban por detrás cuando se lanzaban en busca del gol.

Por ese costado izquierdo llegó

La conexión entre

Jordi Alba y Dani

Olmo fue la mayor

amenaza para los

alemanes

el gol, en un pase de Jordi Alba y un remate fantástico de Morata, que lo hizo todo bien. Primero se adelantó a Sule y después puso el pie de la manera que necesitaba la jugada para terminar en la escuadra de Neuer. Jordi Alba volvía a ser decisivo para el juego de ataque del equipo de Luis Enrique. Tanto como Morata en el remate.

Tuvo otra el «7», en un mano a mano con el guardameta alemán que desperdici­ó en el control. Era el momento de España para liquidar el partido, en el que solo había sentido el miedo cuando Rudiger marcó de cabeza al saque de una falta. Pero los temores quedaron desactivad­os por el VAR, que no tardó en señalar la posición adelota lantada del jugador del Madrid.

Alemania mostraba su poderío por arriba, pero Rodri daba la razón a Luis Enrique al utilizarlo de central. El jugador del Manchester City es capaz de pelear los balones aéreos con cualquiera y de sacar la pelota jugada desde atrás como el mediocentr­o que es.

Rascaban los alemanes, que vieron dos tarjetas seguidas en la segunda mitad. Para Kimmich y para Goretzka, sus dos centrocamp­istas. Pero también rascaba Gavi, capaz de enfrentars­e con jugadores medio metro más altos que él sin sentir el miedo.

Alemania apretaba y creaba oportunida­des a las que siempre respondía Unai Simón. El portero español arreglaba con las manos lo que estropeaba con los pies. No estuvo acertado cuando lo tocaba sacar la pelota. En la primera parte entregó un balón a Gnabry que estuvo cerca de generar el primer gol del partido. Pero el jugador del Bayern no acertó a meter su disparo entre los tres palos. En la segunda parte regaló otro, pero acertó a despejar el remate de Kimmich, que quiso ajustar la pecon pecon el interior. Después llegó la parada en el mano a mano con Musiala.

Neuer, un especialis­ta en el juego con los pies, también tuvo su error al comenzar la jugada desde el fondo, pero España no supo aprovechar­lo.

La Roja mandaba hasta que Unai no pudo más y se tuvo que rendir en el remate de Füllkrug, que aprovechó un pase al hueco de Musiala para igualar el partido de manera definitiva. Aunque siguió buscando hasta el final el gol que le diera su primera victoria en el Mundial.

Pudo conseguirl­a en una jugada de Sané, que había entrado en la segunda mitad, y que desbordó por la banda izquierda por su velocidad. Pero se le fue demasiado largo el último toque para superar a Unai Simón. En lugar de rematar tuvo que centrar, pero ahí estaba Rodri para mandar el balón a saque de esquina.

A España le sirve el empate para sentirse más cerca de la siguiente ronda, pero no para relajarse en el último partido del grupo contra Japón.

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Laporte despeja un balón en presencia de Müller
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AP

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