Ucrania se prepara para una gran contraofensiva
► El epicentro de los combates se encuentra en la carretera entre Svatove y Kreminna
Ucrania puede atacar en cualquier lugar. La etapa anterior de la guerra estuvo marcada por la ofensiva que se desarrollaba lentamente en Jersón, anunciada de antemano por muchos funcionarios ucranianos y evidente para todos los demás. Ahora, varios analistas ucranianos tienen distintos puntos de vista sobre los próximos objetivos de la contraofensiva. En la lista, se enumerando Melitopol, el resto de Jersón o incluso Mariúpol entre las posibles metas de la contraofensiva. Lo que está claro es que Ucrania continúa su preparación para el avance en el norte del frente activo, en el óblast de Lugansk. La artillería ucraniana está apuntando a las rutas logísticas, los almacenes de municiones y los centros de comando del enemigo de la misma manera que lo hizo para degradar la capacidad militar de Rusia en Jersón en el sur.
El terreno fangoso ha limitado hasta ahora el uso de vehículos militares, lo que impidió cualquier asalto importante. Las cosas podrían cambiar pronto con temperaturas bajo cero a medida que la tierra se vuelve helada y más fácil para los tanques, los transportes blindados e incluso la infantería para moverse.
El epicentro de los combates se encuentra en la carretera entre Svatove y Kreminna. Ucrania ha podido capturar varios pueblos a lo largo de la vía mientras Rusia ha estado tratando de crear líneas defensivas profundas allí.
Si bien el Ejército ruso ha podido aumentar el número de sus tropas en el área, hasta ahora hay pocas señales de que haya comenzado a usarlas con más eficiencia. Los anteriores éxitos ucranianos, como el de Járkiv, han sido en gran medida facilitados por las enormes pérdidas sufridas por Rusia en sus operaciones ofensivas en la región de Lugansk, en Severodonetsk y Lysychansk. Actualmente, una situación similar puede estar ocurriendo cerca de Bajmut con soldados recién reclutados y mercenarios rusos que intentan ataques frontales.
No es de extrañar entonces que noviembre haya visto las mayores pérdidas hasta ahora para el Ejército ruso, según estimaciones ucranianas. 17.000 soldados rusos perdieron la vida y 217 tanques fueron destruidos. Cuatro helicópteros y cuatro aviones de combate fueron derribados mientras que Rusia desconfía de enviar su aviación a las profundidades del territorio ucraniano por temor a su defensa aérea.
La intensidad del combate ha disminuido en Vugledar en Donetsk donde Rusia no ha logrado avances significativos a pesar de haber capturado parcialmente el pueblo de Pavlivka. Significa que Rusia aún no ha logrado eliminar la amenaza de un asalto ucraniano hacia Volnovaja, un centro logístico clave en el camino entre Mariupol y Donetsk.
En Jersón, el Gobierno de Ucrania informó que las tropas rusas se han estado retirando de algunas de las ciudades en la orilla oriental del río Dniéper mientras las dos partes se enfrentan en duelos de artillería. Rusia continúa bombardeando la ciudad de Jersón que ha quedado de nuevo sin luz solo días después de que la electricidad fuera restaurada por los ingenieros ucranianos.
Dado que Rusia no puede lograr un progreso significativo en el campo de batalla, continúa dependiendo de los ataques con misiles contra la infraestructura de Ucrania. Seis millones de personas se encontraron con la llegada del invierno al país sin electricidad en sus hogares. Más del 40% de la red eléctrica del país sigue dañada, a pesar de que sus especialistas hacen «todo lo posible y lo imposible», según una de sus mayores productoras de electricidad, DTEK.
El Ejército ucraniano advierte que es probable que ocurran nuevos ataques pronto, ya que Rusia sigue acumulando misiles. Como parece que el país invasor se está quedando sin sus existencias de misiles de largo alcance, intenta intensificar la producción dentro del país mientras entabla conversaciones con Irán, asegura Ucrania.
Aumentar la capacidad del país para derribar tantos misiles como sea posible ahora encabeza la agenda de cualquier conversación de Ucrania con sus socios extranjeros.
Las tropas rusas se han retirado de varias ciudades en la orilla oriental del río Dniéper, en Jersón