El PSOE recela de la solvencia jurídica de las leyes moradas
► Podemos ve a sus socios en «carrera electoral», mientras que su guerra con Díaz eclipsa la acción de Gobierno
El Gobierno se afana en cerrar filas internamente para no proyectar debilidad por la gestión de la ley del «solo sí es sí». Pero, lo cierto, es que está cuestión está pasando factura al Ejecutivo. En Moncloa son muy conscientes del desgaste que les está generando el continuo goteo de rebajas de penas y excarcelaciones excarcelaciones de agresores sexuales, pero su estrategia errática se ha limitado a «esperar» que la controversia se diluya mientras el Tribunal Supremo salía al rescate, algo que no se ha producido. Más allá de la polémica concreta que parecen incapaces de atajar, lo que subyace es una sensación de insolvencia técnica por parte del Gobierno. Aunque las leyes con carencias jurídicas tengan como origen los ministerios de Podemos, lo cierto es que el PSOE acaba por avalarlas cuando las dota de la pátina de legitimidad de todo el Consejo de Ministros.
La ley del «solo sí es sí» no es un caso aislado. Varias son las normas en cartera que no acaban de convencer a la parte socialista. Algunas ya han escapado del control del Consejo de Ministros –ya han dado el salto al Congreso– y es ahí donde el Grupo Socialista intenta enmendarlas para resolver las carencias que no se pudieron corregir –por desacuerdo con sus socios– en el seno del Gobierno. Es el caso de la ley trans, a la que el PSOE busca dotar de «seguridad jurídica» blindando la autodeterminación de género con el aval judicial para menores de 16 años. También la ley de bienestar animal está encallada en el Parlamento por los retoques que los socialistas quieren incluir para mejorar el texto. Hace unas semanas, el Consejo General del Poder Judicial advertía de la desproporción de penas, ya que maltratar a la mascota de la pareja por venganza podría comportar más castigo que agredir de manera leve directamente a la propia mujer.
En el PSOE desconfían de la solvencia jurídica de las leyes de Podemos y prueba de ello es que el pasado martes se parase la ley de familias a la que se debía dar luz verde en el Consejo de Ministros. La decisión la anunció el ex vicepresidente Pablo Iglesias en Hora 25, antes de que lo hiciera el Ministerio de Derechos Sociales. Fuentes gubernamentales señalaron que la ministra Ione Belarra remitió la ley a última hora del lunes y que no hubo tiempo para resolver algunas «observaciones» que se le debían hacer a la ley, lo que motivó que, finalmente, no se incluyera en el orden del día. Que «no vean fantasmas, son correcciones técnicas», dicen en Moncloa. «Esta es una ley muy importante, muy transversal que afecta a distintos departamentos y también al ámbito comp et enciald el ascom unidades autónomas y por eso el Gobierno la trabaja con mucho rigor», explicó la portavoz del Gobierno en «La Hora de la 1». Finalmente, no será hoy cuando la ley vea la luz, según confirman fuentes gubernamentales. Lo que volverá a encender a sus socios.
En Podemos difieren del relato que justifican los socialistas para retrasar sus leyes sobre la solvencia jurídica. «Sí dicen eso es porque reconocen que ellos hacen leyes sin seguridad», reflexionan en la dirección incidiendo que las leyes son de todo el Gobierno. Hay varios análisis que circulan en el partido sobre el retraso de sus normas: «cálculo electoral y desapego» a la coalición. Fuentes moradas explican a este diario que venas u socio« en la carrera electoral» y que por ello, algunasde las leyes más sensibles, como la de la protección a los animales, se encuentran ahora con el rechazo del PSOE, que busca sacar a los perros de caza de la legislación. En Podemos creen que ello sucede porque buscan el voto de los cazadores para las autonómicas, sector que se ha posicionado en contra de la norma. Piensan que el PSOE, una vez ha conseguido aprobar los Presupuestos,busca« frenar» a su socio con sus leyes bandera. «Se creen que tras aprobar las cuentas ahora nos tienen atados», reflexionan.
A pesar de todos «los obstáculos» que dicen encontrarse para gobernar, los de Belarra descartan salir del Gobierno y menos en el momento actual en el que se agranda la lucha por el liderazgo entre Podemos y Yolanda Díaz. Los morados no pueden permitirse salir, porque supondría reconocer el fracaso de su acción gubernamental y dejaría el campo abierto a la vicepresidenta. Sin embargo, esta batalla en la izquierda acaba eclipsando su acción gubernamental. Cada medida que encalla entre socios, finalmente es Díaz quien consigue desbloquearla con Sánchez. Aún así, se aferran a que su presencia es imprescindible porque «la coalición es una conquista de Podemos». A pesar de las discrepancias analizan que «estando dentro tenemos más capacidad de conseguir las transformaciones sociales» que desde fuera.