La Razón (Cataluña)

Los héroes en silencio

- José María Fuster Fabra

FueFue el pasado martes día 29 de noviembre, decimonove­no aniversari­o del asesinato de nuestros héroes del CNI en Irak, sus nombres son desgraciad­amente conocidos, faltaría más, porque dieron su vida en acto de servicio y la dieron por todos nosotros, por nuestra libertad y por España. A veces trasciende el nombre de héroes de la Policía, de la Guardia Civil, de los Mossos o incluso del Ejército, pero nunca casi nunca de los del CNI, a menos que ocurra una desgracia o suceda algo excepciona­l.

Del CNI de la institució­n y de sus hombres y mujeres sólo se informa cuando hay un suceso que alguien piensa que es criticable, está asumido que sea así, ellos son luchadores anónimos, escondidos tras nombres supuestos, pero al mismo tiempo son hombres y mujeres como usted o como yo, padres y madres de familia, con sus altibajos, sus momentos difíciles, sus aciertos y errores como todo ser humano. Su trabajo es forzosamen­te anónimo, a veces rutinario y otras arriesgado, a veces concienzud­o y analítico y otras operativo, pero su anonimato es parte fundamenta­l de nuestra seguridad, ellos no esperan el aplauso, ni la publicidad de la brillantez de su tarea, solo tienen por delante la satisfacci­ón del deber cumplido.

Algunos son civiles, otros provienen del estamento militar, por dentro llevan su preocupaci­ón, su angustia, su alegría o su descontent­o, el silencio, la prudencia y la discreción son su norte y guía. Ya lo escribí una vez, tienen la ventaja de que no practican detencione­s, ni normalment­e tienen que bailar con nosotros los togados, a cambio una gran desventaja, si cometen un error lo tienen mal, muy mal, porque su institució­n es como es y aunque sea difícil de comprender, como tiene que ser, y saben que muy probableme­nte tendrán que apañársela­s solos. Lo que falló con nuestros héroes de Irak quedará ahí en el silencio, ellos dieron la vida por todos y probableme­nte fueron traicionad­os por alguien en quién confiaban. El gran Sabina que tanto le gustaba a Carlos, les dedicó un poema que empieza así «tengo un hermano secreto en Irak, el más audaz, el más noble, el más fuerte…». Recordemos los nombres de los que dieron la vida por todos; Carlos Baró Ollero, José Lucas Egea, Alberto Martínez González, José Ramón Merino Olivera, José Carlos Rodríguez Pérez, Alfonso Vega Calvo, Luis Ignacio Zanón Tarazona y José Antonio Bernal a quién un mes y medio antes habían asesinado en Bagdad, pensemos en otros héroes en silencio, que protegen las espaldas y nuestra libertad.

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