«Los militares ya viajan en el tiempo»
Completa su saga más mítica, «Caballo de Troya», con su decimosegundo tomo y tras diez millones de libros vendidos
J.J. J. Benítez es un hombre particular visto con los frenéticos ojos de 2022. Mima a su coche como a uno más de su familia, «lo cuido, hablo con él, lo acaricio...». Es ese el secreto para mantenerlos hasta los 500.000 kilómetros. Cifras de taxista que justifica porque es su «compañero de viaje». Aunque, para viajes, el que ha desarrollado J. J. Benítez con «Caballo de Troya»: diez millones de libros vendidos, casi cuatro décadas de recorrido que llegan a su fin con el último de la serie: «12: Belén» (Planeta).
¿Una saga infinita?
No, no, no. Ya termina. No hay nada más que contar.
¿Jesús sí es infinito?
Sí, es un personaje fantástico.
¿No tiene nada más que contar de él fuera de esta saga?
Hay una parte que no corresponde a su vida pública, pero tengo dudas. Tengo la información, pero no sé si debo escribir de ello...
¿Por qué es su tema favorito?
Su vida, su pensamiento y su filosofía son interesantes y esperanzadores. Es el hombre más importante de la Historia.
¿Y por qué cada vez hay menos gente cerca de él?
Porque la sociedad está enferma desde todos los puntos de vista. La gente está en sus propias batallas y no se dan cuenta de que Jesús es la gran esperanza.
¿Viajaremos en el tiempo, como sus personajes?
Creo que sí. La ciencia avanza y llegará un momento en el que se darán a conocer esos viajes.
¿Acaso ya existen?
Son un secreto... Ya lo hacen. Van años luz por delante. Pagamos a los militares para que arruinen al planeta.
¿Ahí está el foco del mal?
La guerra es lo último, el estado más bajo de la naturaleza.
¿Qué siente cuando oye lo de llegar al gasto del 2% del PIB en defensa?
Pensar en eso me produce escalofríos. Es absurdo cuando hay gente durmiendo en la calle. He visto a la ministra de Hacienda decir que más o menos se han controlado los precios... ¿No va al supermercado? La casta de los políticos es lo peor de la historia del ser humano: son ladrones, corruptos y mentirosos.
¿La mentira no tiene castigo?
Es una compañera de viaje más.
En su web escribe que «vive más el que sueña». ¿Con qué sueña J. J. Benítez?
Con desaparecer.
¿Por qué?
Al morir mi mujer, Blanca, se me han acabado todas las ilusiones. Sigo al pie del cañón por responsabilidad, porque tengo información que debe ser conocida, pero se terminó mi recorrido. Ella fue la persona que me ayudó a cruzar la calle de la vida.
¿La volverá a ver?
Sí, al 150%. Después de la muerte hay vida.
¿Qué tipo de vida? ¿Con la reencarnación?
No, eso es un invento hindú. Dios es lo suficientemente imaginativo como para no repetir nada.
¿Qué le gustaría ser?
Piloto de cazas o de Fórmula 1.
Cuestión de velocidad.
Me encanta. También tengo curiosidad por saber eso de estar en dos sitios a la vez.
¿Eso cómo se hace?
No tengo ni idea.
Se declara «revolucionario» solo por pensar. ¿Pensar será la revolución del siglo XXI?
La gran revolución pendiente no es pegar tiros, sino pensar. Que la gente piense por sí misma y sin condiciones.
¿Pensamos menos que antes?
Por supuesto, porque a lo poderes fácticos no les interesa. Es peligroso que lo hagamos.