Barcelona restringe los bares del Eixample
► El PSC vuelva a cambiar de opinión y permite la aprobación, con ERC y los comunes, de la normativa
ElEl Ayuntamiento de Barcelona celebró ayer un pleno extraordinario para aprobar el Plan de Usos del Eixample, es decir la normativa que regula la apertura de todo tipo de locales. La tramitación fue posible pese a que en el pleno de hace una semana no se alcanzaron los apoyos necesarios y tuvo que retirarse del orden del día. En esta ocasión, los dos socios de gobierno (BComú y PSC) votaron a favor tras las discrepancias previas que había generado el plan, como también lo hizo ERC, mientras que Junts ha optó por la abstención. Por otro lado, Cs, PP y Valents votaron en contra.
El Plan de Usos del Eixample busca limitarla apertura de establecimientos de restauración, comercios alimenticios conde gustación,discotecas, supermercado s pequeños y tiendas de conveniencia en el distrito para evitar su saturación y problemas de convivencia. La regulación es válida para todo el Eixample, pero es más estricta en el barrio de Sant Antoni, en las calles en obras de la supermanzana (Consell de Cent, Rocafort, Comte Borrell y Girona) y en vías pacificadas como Enric Granados, el paseo de San Juan y la avenida de Gaudí.
En el pleno se presentaron dos enmiendas planteadas por ERC y Junts que contribuyeron a la aprobación de la normativa. A propuesta de ERC, se revisará el Plan de Usos en un año. Y a petición de Junts, el gobierno municipal creará un grupo de trabajo que realizará un seguimiento de la aplicación de la regulación con la participación de entidades vecinales y comerciales, grupos municipales y diferentes áreas del Ayuntamiento.
El Plan de Usos del Eixample inicialmente se presentó en marzo del año anterior, pero la propuesta ha sido modificada en varias ocasiones. En un principio, se quería limitar la apertura de restaurantes, pequeños supermercados, tiendas de conveniencia y actividades turísticas en todo el distrito. El PSC se opuso a esta medida y mostró sus discrepancias con los socios de gobierno de BComú. El mes pasado, ambos partidos llegaron a un acuerdo y presentaron un Plan de Usos con una regulación más estricta en las vías pacificadas y una más laxa en el resto del distrito. EL PSC, sin embargo, se desdijo. Hasta ayer.
La tercera teniente de alcalde, Laia Bonet (PSC), defendió que el plan de usos que se ha aprobado reconoce los dos niveles de regulación que los socialistas querían, una opción que ve de sentido común, y celebró el consenso: «Es un plan de usos que nadie se lo siente suyo y quizás es esta la gran virtud: todo el mundo se lo puede sentir suyo». Sin embargo, la segunda teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz (BComú), le espetó que la propuesta de regulación «es la misma que la de la semana pasada» y celebró su aprobación, que atribuyó a la perseverancia de los vecinos.
El líder de ERC, Ernest Maragall, reivindicó el papel de su formación para acabar validando el plan al poner en el debate la opción de revisar el plan dentro de un año a través de indicadores: «Estamos creando un precedente de cómo se pueden tomar decisiones».
Por su parte, el portavoz de Junts en el consistorio, Jordi Martí, incidió en que con la incorporación de su enmienda se garantiza la «participación real de la gente» y celebró que esta no sea la propuesta inicial, porque, a su juicio, era demasiado restrictiva.
El presidente de Cs en el consistorio, Paco Sierra, tachó el debate de ser «algo cosmético, para evidenciar una ruptura en el Gobierno municipal», y Óscar Ramírez
El plan limita la apertura de restaurantes, bares discotecas y supermercados
(PP) reiteró su rechazo a la propuesta porque su formación defiende compatibilizar, en lugar de prohibir, la actividad económica con el descanso de los vecinos.
Desde Valents, Eva Parera, ha criticado a Junts y al PSC: «Si ustedes permiten aprobar este plan están aprobando un plan de usos con las «supermanzanas»,. Mientras que la concejal no adscrita, Marilen Barceló, consideró que esta regulación está consiguiendo -en sus palabras- destrozar el plan Cerdà.
Al finalizar la votación, Colau se dirigió a las entidades que seguían el debate desde la tribuna de invitados: «Felicidades, es una victoria suya», al mismo tiempo que agradeció a los grupos municipales que -según explicó- se han esforzado por el diálogo, en una jornada que terminó con un brindis entre concejales, vecinos y comerciantes en el Saló de Cent del Ayuntamiento.