Cuatro detenidos por esclavizar a 20 empleados en restaurantes
► Trabajaban en condiciones infrahumanas en jornadas inacabables a diario
La Policía Nacional ha conseguido liberar a 20 víctimas de explotación laboral en condiciones de «semiesclavitud» en seis locales de comida rápida en Mollet del Vallès, Martorelles, Parets del Vallès, Mataró y Torelló.
En el operativo, desarrollado a finales de marzo, los agentes también detuvieron a cuatro personas: el dueño y «máximo responsable» de los seis establecimientos y tres encargados, informó ayer la policía en un comunicado.
Las víctimas no recibían «contraprestación alguna» por su actividad, que realizaban todos los días de la semana y durante bastantes más horas que el máximo legalmente establecido.
Los agentes relataron que muchas de ellas vivían en los mismos locales, en condiciones higiénicosanitarias que calificaron de nulas, sin ventilación y rodeados de material peligroso.
Así, el dueño de los establecimientos supuestamente «se aprovechaba de la situación de necesidad y vulnerabilidad» que afrontaban al no tener documentación legal en España ni contrato, y tampoco estar dados de alta en la Seguridad Social. Cuatro de las víctimas estaban en situación irregular, y todos los detenidos quedaron en libertad tras pasar a disposición judicial del Juzgado de Instrucción de Guardia de Mollet del Vallès.
La investigación se inició el pasado mes de enero cuando los agentes tuvieron conocimiento de que en varios locales de comida rápida tipo kebab había trabajadores presuntamente explotados. Después de llevar a cabo las comprobaciones pertinentes, solicitaron una orden de entrada y registro a seis de los locales, todos regentados por la misma persona, e identificaron tanto a los empleados como al propietario, así como a tres personas que trabajaban como encargados.
Las pesquisas revelaron unas condiciones laborales deplorables. Las víctimas, todas de origen extranjero y algunas de ellas sin documentación de residencia válida, estaban obligadas a trabajar los siete días de la semana, con disponibilidad total y jornadas larguísimas. Además, no les pagaban un sueldo, y si lo pedían, los responsables les amenazaban con denunciarles a las autoridades para que los deportaran a sus países de origen.
Estas personas vivían en los mismos locales donde trabajaban, apiñados en pequeñas habitaciones sin ventilación y durmiendo sobre colchones tirados por el suelo entre maquinaria peligrosa destinada a la cocina. Ninguno de ellos estaba dado de alta en la Seguridad Social, por lo que, en caso de sufrir un accidente laboral, tampoco podían recibir la atención médica necesaria.
Es la segunda operación destacada del cuerpo este mes de abril en la misma zona, en la comarca del Vallès Oriental. Recientemente, la Policía Nacional detuvo a 16 personas por presuntamente vender cocaína al por menor en Granollers, La Roca del Vallès, Canovelles, les Franqueses del Vallès y Lliçà de Vall.
En el dispositivo, llevado a cabo el 9 de marzo, participaron más de un centenar de efectivos, que realizaron ocho entradas y registros simultáneos en los que incautaron «una cantidad notable de cocaína» y 22.000 euros en metálico.
Supuestamente los detenidos integraban un grupo criminal con «una estructura totalmente definida, con estabilidad y reparto de funciones», y tres de ellos ingresaron en prisión provisional.
Había dos líderes, bajo las órdenes de los cuales estaban los encargados
Los arrestados quedan en libertad con cargos, entre ellos el responsable de los kebabs
de mezclar y empaquetar la droga en bolsitas monodosis y, en último lugar, los vendedores, quienes facilitaban la droga a los consumidores en «lugares discretos» y siempre diferentes.
La organización establecía contactos con los clientes a través de dos teléfonos móviles, y cuando los líderes detectaban que los habituales llevaban tiempo sin consumir, les ofrecían una dosis gratis. Los individuos que preparaban la droga supuestamente facilitaban la droga a los vendedores en los lavabos de un local de Granollers sin establecer contacto físico ni conversación, y los últimos la entregaban «directamente» a los compradores.