Alta tensión entre Collboni, Trias y Colau en el primer debate
Los cinco principales alcaldables para Barcelona muestran sus diferencias en movilidad, modelo turístico y ampliación del aeropuerto y hablan de pactos
LaLa precampaña coge vuelo a tan solo un mes para las elecciones municipales. Los cinco alcaldables por Barcelona con más opciones para obtener representación en el Ayuntamiento protagonizaron ayer el primer debate de la precampaña, organizado por la patronal Pimec en el Born Centre Cultural y Memòria, y abordaron prácticamente todo lo importante: economía, movilidad e, incluso, pactos.
Ada Colau (BComú), Jaume Collboni (PSC), Ernest Maragall (ERC), Xavier Trias (Junts) y Daniel Sirera (PP) mostraron sus diferencias sobre tres temas candentes, en concreto: la ampliación del Aeropuerto de El Prat, la movilidad y el modelo turístico.
El turismo, que genera el 12% del PIB y el 9% de los puestos de trabajo, generó un duro choque entre Colau y Trias, los dos últimos alcaldes que ha tenido la ciudad: la candidata de BComú atribuyó la «turismofobia» al candidato de Junts por el «descontrol y masificación turística» que generó durante su mandato; Trias replicó acusando a la alcaldesa y a Collboni de haber sido activistas contra el turismo. Trias se mostró favorabledeunmodelo«sostenible». Mientras, Sirera, valoró la aportación de los visitantes al PIB de la ciudad.
Collboni replicó a Trias que en los últimos ocho años de gobierno de coalición entre BComú y PSC hicieron frente a la ilegalidad, y defendió que encontraron un punto de equilibrio: «Hemos pasado de un periodo de barra libre y un periodo de turismofobia».
Por su parte, Maragall reivindicó «un acuerdo de país de turismo sostenible», porque considera que hay descontrol en muchas materias y cree que es necesaria la complicidad entre los sectores.
Los candidatos también mostraron sus posturas sobre la ampliación del aeropuerto. Para Maragall, esta infraestructura tiene que estar al servicio de la economía y del modelo productivo; Sirera exigió que «se mueva la Ricarda (parque natural)», y Colau insistió en que hay que mejorar la conectividad pero no mediante la ampliación de la infraestructura.
Por su parte, Collboni aseguró que si es alcalde y en los primeros 100 días «la Generalitat no hace lo que debe hacer», impulsará un acuerdo institucional, científico y en el conjunto de la sociedad civil para un debate sobre la ampliación. Trias opinó que el presidente de Aena, Maurici Lucena, «hizo una trampa extraordinaria» porque considera que éste debe dejar que el Ayuntamiento decida lo que se tiene que hacer, que para él tiene que ser una opción que funcione y sea compatible con el medioambiente.
Durante su intervención sobre movilidad, Colau anunció que en el distrito del Eixample se ha reducido el número de coches de 350.000 a 285.000, lo que ha provocado que la contaminación haya bajado un 30%, e insistió en que duplicaron la inversión en el transporte público para favorecer la movilidad sostenible.
Collboni reiteró su voluntad de potenciar los interiores de manzana, y dijo que está en contra de «hacer 21 Consell de Cent» -en referencia a la pacificación de esta calle-, mientras que Trias reprochó a Colau estar en contra del coche y de la moto. «Es verdad que puedes terminar pacificando el tráfico para que pasen menos coches, pero eso no quiere decir que no contaminen porque están más tiempo para llegar a los sitios», opinó el alcaldable de Junts, y alergobierno tó de que se están creando una congestión en el Eixample. Maragall lamentó que se haya «cogido al Eixample como víctima», mientras que Sirera apostó por crear una agencia metropolitana de movilidad para que se pueda estudiar y deshacer lo que implementó el actual y recuperar el plan Cerdà.
Otro de los momentos más delicados y esperados fue el de los posibles pactos tras las elecciones del 28-M. En este sentido, Trias preguntó a Collboni si le apoyará si gana las elecciones, a lo que el candidato socialista le recordó sus condiciones: el modelo de crecimiento económico, la protección de las políticas sociales y la lealtad al Estado y a las instituciones europeas.
«Los dos primeros puntos los tiene seguros», y en el tercer punto le recordó que el «Estado y Europa también tienen que ser corresponsables con el Ayuntamiento y deben actuar con lealtad». Por otro lado, Sirera insistió en que no investirá alcalde ni a Colau ni a Maragall, y se planteó negociar con Collboni bajo las condiciones de su programa, con propuestas para mejorar la ciudad.
Para terminar el debate, cada candidato tuvo su «minuto de oro», en el que Collboni, Trias, Maragall y Sirera coincidieron en iniciar una nueva etapa que genere nuevas oportunidades, «ilusión y autoestima» ante el modelo actual de la alcaldesa Colau, que reivindicó por su parte su gestión.
El alcaldable popular, Daniel Sirera, destaca la riqueza que aporta el turismo al PIB