Susan Sarandon: «No veíamos feminista a ‘Thelma y Louise’»
► La actriz estadounidense es la estrella del BCN Film Fest y critica el machismo que «aún existe» en el mundo del cine
La actriz estadounidense Susan Sarandon puso ayer en valor el retrato de la violencia contra las mujeres que hace la película «Thelma & Louise», ya que «en aquel momento la alusión a la cultura de la violación estaba bastante ignorada, y ahora en cambio se está más cómodo hablando de depredadores sexuales». Lo dijo en un encuentro con periodistas, en el marco del BCN Film Fest que se celebra en Barcelona hasta el 27 de abril, y del que Sarandon es una de las invitadas estrella.
Aseguró que cuando se rodó «no se pensó en ella como una película feminista», aunque reconoció que al retratar la unión entre dos mujeres, cómo se cuidaban entre ellas y su lucha por no ser dictadas por los hombres sí que puede ser considerada como una cinta feminista.
Recordó que cuando se estrenó fue muy criticada, por la visión que se daba del suicidio o del asesinato de personas: «Eso no lo decían por ejemplo de «Butch Cassidy and the Sundance Kid» («Dos hombres y un destino»), que era básicamente lo mismo, y ahí es donde nos dimos cuenta que habíamos entrado inadvertidamente en este territorio dominado por hombres blancos heterosexuales; es donde vimos que (la película) era más feminista».
Sarandon también elogió el formato de la película por el que apostó Ridley Scott, que cree que es realmente lo que «hace icónica» a la película, y del final destacó el plano en el que la cámara se queda en alto viéndose el cañón del Colorado
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Colorado y a las protagonistas volando con el coche, ya que en lugar de apreciarse el accidente, se las ve liberadas.
Preguntada por el papel de Brad Pitt en la película, que estaba en los inicios de su carrera cinematográfica, dijo que lo recuerda muy interesante y que le ve como un ejemplo de dedicación: «Cuando ves las cosas en las que ha decidido actuar, igual que Johnny Depp, porque podrían haber sido ‘boy toys’ o simplemente monos, pero ellos fueron personajes desde el principio, y eso es un ejemplo; le respeto mucho».
Por otro lado, hizo una crítica a la industria del cine, y concretamente de Hollywood, al considerar que «no ha cambiado demasiado» a pesar de haber muchas mujeres interpretando papeles y contando historias.
«Ha habido un aluvión de mujeres divertidas (en el cine), algo que creo que es increíblemente feminista para las mujeres, tenerlas encargadas de explicar historias, pero en términos de igualdad salarial, no creo que haya cambiado. O si eres vieja o gorda, no te quieren», añadió.
Preguntada por la industria actual del cine, Sarandon auguró un cambio en el futuro: «La industria del cine no se sostendrá a sí misma en la forma en que la conocemos actualmente, pero eso no significa que la gente no vaya a contar historias o encontrar una forma para ver las historias. Es muy importante que las personas expliquen historias, así no va a desaparecer la industria del cine».
«Es muy importante que la gente cuente historias», y puso en valor la valentía -en sus palabrasde las nuevas plataformas de ‘streaming’ al explicar ciertas historias ya que, a su juicio, pueden ser más atrevidas que la industria del cine tradicional. Sarandon ganó el Oscar en 1996 con «Pena de muerte», y participó en filmes como «The Rocky Horror Picture Show», «Los búfalos de Durham», «Las brujas de Eastwick» y «El cliente».
La actriz y activista apuntó que existe una probabilidad muy grande de que Donald Trump sea elegido presidente de EE. UU. y lo atribuye a que «los demócratas llevan años perdiendo a la clase trabajadora».
Dijo que «los demócratas no están siendo muy inteligentes y, mientras tanto, Trump se ha convertido en un modelo».
Advierte de la «locura» de que el magnate vuelva a ocupar el despacho oval alguien que fue detenida en 2018 por protestar contra la política migratoria del entonces presidente Trump.
Estados Unidos, precisó, está «mal informado y dividido y con muchas personas sin Seguridad Social y en la bancarrota por problemas de salud, a los que se suman las armas y la seguridad, el medio ambiente y unos jóvenes, que no se identifican ni con republicanos ni con demócratas, que demandan derechos que nadie está atendiendo. La gente ha dejado de creer en el gobierno, en las noticias, y mientras se envían cantidades millonarias a Ucrania».