La oposición, tocada
¿Le han sorprendido los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales?
En absoluto, esperaba que Erdogan ganara en primera vuelta. Lo que sí me sorprendió fue que Sinan Ogan consiguiera tantos votos, la mayoría procedentes de la base tradicional de Erdogan. Esta fue la verdadera sorpresa de las elecciones, aunque los medios internacionales y el público general tengan una percepción distinta, lo que responde a las siempre poco fiables encuestas turcas.
¿Cuál es el escenario más probable para la segunda vuelta?
Una clara victoria para Erdogan, que puede incluso batir su propio récord. Sabiendo que Ogan pescó buena parte de sus votos, podemos anticipar que los que le eligieron en primera ronda lo harán por el actual presidente en la segunda. Algunos votantes de Ogan ni siquiera acudirán a las urnas, y desde luego pocos votarán a Kılıçdaroglu. Además, es probable que muchos votantes de Kılıçdaroglu no vayan a votar en segunda vuelta por la decepción y los malos resultados de la primera.
¿Qué factores cree que han lastrado a la oposición? ¿Qué debe hacer para recuperarse?
El bloque opositor lo tiene muy difícil, casi imposible. Ha cometido grandes errores al no posicionarse claramente en contra de la secta [del clérigo Fethullah] Gülen, odiada en Turquía por su implicación en el golpe de Estado de 2016, por negociar con el partido prokurdo de la Izquierda Verde y, sobre todo, por ser incapaz de trasladar a los votantes una imagen de confianza para sustituir a Erdogan. Muchos han considerado que un traspaso de poder haría entrar a Turquía en un periodo de caos e inestabilidad. Ahora, la oposición se está desintegrando. Tras su más que probable derrota en segunda vuelta, Kılıçdaroglu deberá poner fin a su carrera política y el bloque opositor se enzarzará en una lucha interna para decidir quién será el nuevo líder.
¿Cree que las elecciones han sido libres, jus tas y competitivas?
Las elecciones turcas son claramente libres y fueron competitivas. Sólo hubo problemas con las agencias Anadolu y Anka, cuando, al principio, emitieron recuentos diferentes. Pero al final declararon casi los mismos resultados. Ahora bien, un Gobierno siempre parte con ventaja en este tipo de procesos.