La Razón (Cataluña)

Salud y sexo

- Marina Castaño

UnUn antiguo dicho asegura que «se pierde el diente pero no la simiente», esto es, ya puedes tener más años que Matusalén, que si eres varón y con un mínimo entusiasmo, seguirás siendo padre hasta que los dioses quieran sentarte a su derecha. En efecto, los espermatoz­oides pueden tener más o menos velocidad o motilidad con el paso de los años; aun siendo joven puede haber problemas que de viejo, en muchos, no se presentan. Pero si hablamos en líneas generales el hombre nunca pierde la capacidad de procrear. No así las mujeres, quienes al llegar a una edad determinad­a finalizan su etapa prolífica pasando a otras no menos bellas, que todo hay que decirlo, pero la maternidad se nos niega a partir del ecuador de nuestras vidas. Esto viene a cuento a propósito de Robert de Niro, quien ha elegido el programa matinal de la CBS para presentar a su nueva hijita, nacida hace un mes, fruto de su relación con Tiffany Chen, la persona con quien comparte su vida desde hace más de dos años. De Niro, casi ochentón, se siente rejuveneci­do con este acontecimi­ento de su vida. Hay quienes lo comparan con la Obregón, en unas paternidad­es que nada tienen que ver. Lo de Ana no reviste punto de comparació­n ni de naturalida­d, puesto que es un nuevo ser fruto de la manipulaci­ón de un semen en conserva y un vientre alquilado para el desarrollo de esos espermatoz­oides con un óvulo de vaya usted a saber de quién. Si bien es cierto que la vida de los demás nos debe importar entre poco y nada, sus acciones nos hacen sentirin cómodos cuando no se ajusta n a unos perfiles éticos preestable­cidos, y en este caso todo es demasiado cuestionab­le para que se nos pase inadvertid­o. El actor que dio vida al joven Vito Andolini Corleone en el Little Italy de Nueva York de principios del siglo pasado, hoy da muestras, al igual que Lionel Richie, de una magnífica salud de hierro, y ellos mismos lo atribuyen al sexo, que estimula el corazón, permite conservar la alegría de vivir y hace que nos mantengamo­s en acción y esperanzad­os. Veamos, si no, estos dos ejemplos del mundo del espectácul­o.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain