El montaje de «Parsifal» de Claus Guth regresa al Liceu doce años después
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El montaje que hizo en 2011 Claus Guth de la ópera «Parsifal», una de las obras cumbre de Richard Wagner, volverá al Gran Teatre del Liceu entre el 25 de mayo y el 7 de junio, con un reparto de especialistas wagnerianos y dirección musical de Josep Pons.
«Parsifal», basada en un poema épico medieval sobre la vida de este caballero de la corte del Rey Arturo y su búsqueda del Santo Grial, es una de las óperas más profundas del universo wagneriano, con una duración de cuatro horas y media, y supone un reto para el Coro y la Orquesta Sinfónica del Liceu. Para estas funciones, el Liceu cuenta con un reparto de especialistas en óperas de Wagner encabezado por Nikolai Schukoff (Parsifal), Elena Pankratova (Kundry), René Pape (Gurnemanz), Matthias Goerne (Amfortes), Evgeny Nikitin (Klingsor) y Paata Burchuladze (Titurel), con las Chicas Flor interpretadas por Isabella Gaudí, Núria Vilà, Mercedes Gancedo, Sonia de Munck, Tànit Bono y Marifé Nogales.
Esta coproducción del Liceu y el Opernhaus-Zürich de 2011 mira a la Alemania de entreguerras y traslada a los protagonistas a un hospital para mutilados de guerra, con sus traumas y desesperanzas. Con libreto del propio Wagner, «Parsifal» se estrenó en 1882 en Bayreuth y se representó por primera vez en el Liceu la medianoche del 31 de diciembre de 1913, cuando prescribían los derechos de exclusividad que tenía el Festival de Bayreuth, adelantándose a los teatros de todo el mundo.
Las exigencias artísticas e interpretativas están al alcance de unos pocos coliseos del mundo, ya que precisa de una orquesta de más de 100 músicos, de un gran coro «incluido uno infantil» y de un reparto de cantantes capaces de abordar a algunos de los personajes más complejos de la lírica universal. Asumirá el papel protagonista el tenor Nikolai Schukoff, que lo incorporó a su repertorio en el 2007 en la Bayerische Staatsoper de Múnich, sustituyendo a Plácido Domingo. Después de 17 años interpretando el papel en varias propuestas escénicas, el cantante austríaco, que debutó en el Liceu en la temporada 2010/11 con «Iphigenie auf Tauris» de Gluck, ha acumulado la experiencia necesaria para ofrecer un personaje completo.
El director de escena alemán Claus Guth sitúa la acción en una Alemania hundida y arrasada después de la Primera Guerra Mundial, específicamente en un hospital para mutilados de guerra. En este espacio decadente repleto de traumas y restos humanos, habitan los caballeros que custodian el Santo Grial, en este caso personificados por los médicos del sanatorio.
Las enfermeras y enfermeros son los escuderos y el mago Klingsor se transforma en el propietario de un burdel. Gurnemanz aparece como un cura y el viejo Amfortas es el decrépito director del sanatorio. Los internos esperan la llegada de un nuevo salvador, pero ese montaje, que actualiza la leyenda artúrica, advierte sobre los falsos redentores.