Pedro Sánchez y Yolanda Díaz queman las naves en Barcelona
► Cierre del PSC ante 4.000 personas con el presidente del Gobierno y el ex presidente Zapatero. La capital catalana, clave
PedroPedro Sánchez con Jaume Collboni y Yolanda Díaz con Ada Colau. Dos parejas de baile en Barcelona antes de la batalla definitiva. El presidente del Gobierno y la vicepresidenta quemaron las naves ayer en la capital catalana, sabedores de la importancia de cara a mañana y ante los comicios generales de final de año.
La Ciudad Condal es clave para los intereses del PSC. Recuperarla 12 años después de haber cedido la vara de mando a Xavier Trias primero, y a Ada Colau después, es el gran objetivo de Jaume Collboni. El candidato a la alcaldía recibió ayer el espaldarazo del propio presidente el Gobierno y de la plana mayor del socialismo, con José Luis Rodríguez Zapatero como invitado estrella ante 4.000 militantes. Una exhibición de fuerza en el pabellón deportivo Vall d’Hebron, un emplazamiento histórico «donde se celebraron los mejores Juegos Olímpicos de la Historia», recordó Collboni.
«Es la primera vez que un presidente del Gobierno cierra con nosotros en Barcelona», repitió en varias ocasiones el líder del PSC, Salvador Illa, para poner en valor la presencia de Sánchez en suelo catalán. Y el presidente del Gobierno respondió dando apoyo explícito a Collboni y marcándole el gran objetivo: «Jaume, a gobernar Barcelona a partir del 28 de mayo».
Por su parte, el candidato socialista en la capital catalana apeló a la movilización, el gran llamamiento ante el temor de una baja participación en las urnas: «Ni Colau, ni Trias, ahora toca PSC. Ahora toca nueva etapa, ahora toca nuevo alcalde, ahora toca abrir una nueva etapa en Barcelona». «Nuestro enemigo es la abstención, nuestro enemigo es pensar que no vale la pena, nuestro enemigo es pensar que esto está hecho», abundó. Collboni también recuperó el tradicional cántico olímpico con el «hola» de la ceremonia inaugural como protagonista para reivindicar la figura de Pasqual Maragall, algo que repitieron el presidente del Gobierno y Salvador Illa.
Además, Sánchez estuvo a mediodía en Tarragona, ciudad en la que el PSC opta a la alcaldía de la mano de Rubén Viñuales. El reto aquí es desbancar a ERC del gobierno municipal. Y tanto aquí como en Barcelona, el presidente socialista volvió a presumir de gestión, exhibió la Ley de Vivienda que justo ayer entró en vigor y desgranó algunas de sus reformas legislativas estrella para pedir el voto. Un mitin al uso en el que se refirió a Cataluña y se jactó de que ahora «en todos los territorios de España se cumple la Constitución». «Unos quieren la España de 2013, de los recortes; y otros la Cataluña del 2017, del procés», zanjó Sánchez.
También Yolanda Díaz desembarcó ayer en Barcelona para estar junto Ada Colau, su principal apoyo político y la dirigente en la que se apoya a nivel territorial. Si Colau no revalida la vara de mando, la vicepresidenta del Gobierno puede tambalearse de cara a las generales. Por ello, aquí el mensaje fue a la inversa: la líder de Sumar se dirigió a los votantes socialistas para pedirles el apoyo a la candidata de Barcelona en Comú a la reelección como única garantía para mantener una coalición progresista y ante la advertencia de un posible pacto entre los candidatos del PSC y Junts, Jaume Collboni y Xavier Trias, respectivamente.
Un mensaje que el entorno morado lleva días espoleando, especialmente después de que la mayoría de encuestas sitúen al socialista un paso por delante de la actual alcaldesa. De hecho, la de ayer no fue la primera vez de Díaz en la capital catalana. La vicepresidenta se ha prodigado junto a Colau ya desde antes del inicio de la campaña.