¿De qué color será el cinturón metropolitano?
► El PSC, que gobierna en la mitad de los grandes ayuntamientos, quiere blindarlos ante un independentismo a la baja. El PP crece
AlAl margen de la batalla por Barcelona, la joya de la Corona del 28-M, la lucha será feroz en el área metropolitana, la zona más poblada de Cataluña con 1,7 millones de habitantes sin contar con la capital. Sant Cugat, Badalona o Castelldefels son solo algunos de los feudos en juego, importantes plazas de poder con presupuestos millonarios y un papel decisivo en materia de infraestructuras.
De tradicional rojo socialista, el cinturón de Barcelona ha sufrido importantes vuelcos en los últimos años, especialmente en las elecciones al Congreso o al Parlament: con la llegada de la nueva política y del «procés», se volvió morado en los comicios generales de 2015 con victorias parciales de los Comunes en Badalona, L’Hospitalet o la propia Barcelona; y en las autonómicas de 2017 se tiñó de naranja con Cs.
A nivel municipal, el PSC sufrió su propio vía crucis en 2015, cuando quedó en segunda posición en la provincia de Barcelona por detrás una Convergència en clara expansión independentista. Sin embargo, los socialistas aguantaron la respiración y lograron retener feudos como L’Hospitalet (Núria Marín), Cornellà (Antonio Balmón) y Santa Coloma (Núria Parlón) pese a ceder, eso sí, parte de su ventaja también ante Cs.
Cuatro años después, en 2019, los socialistas recuperaron el terreno perdido a golpe de mayoría absoluta en estas tres grandes ciudades. También con gobiernos en Sant Boi, Badia del Vallès, Sant Adrià y, Castelldefels, entre otras localidades, además de Badalona con Rubén Guijarro posteriormente. Y ahora, ¿de qué color será el cinturón de Barcelona después del 28-M? El PSC domina el área metropolitana con la mitad de las grandes alcaldías (18 de 35); Esquerra se aferra a Sant Cugat frente a Junts y tratará de arrebatar algún botín a los socialistas; mientras que un PP creciente acaricia la mayoría absoluta en Castelldefels y Badalona.
Los socialistas llevan toda la campaña basculando entre Barcelona y el resto del área metropolitana. Salvador Illa se ha recorrido varios municipios con una ruta propia. El PSC es fuerte en las orillas de la capital y en localidades como Cornellà, con Antonio Balmón como el alcalde más longevo de una gran ciudad, en el cargo desde 2004. Aunque en el balcón del área metropolitana, otro de los objetivos es Sabadell, el quinto municipio en población que los socialistas recuperaron en 2019 de la mano de Marta Farrés y en el que ahora se fijan para mejorar su representación. Y también Terrassa (tercera con más habitantes), en manos del ex socialista Jordi Ballart con una plataforma propia.
Sin embargo, el PSC tendrá que mirar hacia ERC y también hacia el PP en Badalona y Castelldefels. Los populares, en clara expansión, están a poca distancia de la mayoría absoluta en las ciudades de Xavier García Albiol y de Manu Reyes. De hecho, Alberto Núñez Feijóo ha estado con ambos para empujar y lograr un resultado amplio que les permita gobernar evitando un pacto entre las demás fuerzas. En el caso de Badalona, Albiol ha protagonizado una campaña transversal con el objetivo de captar votos de otros partidos.
Por su parte, ERC ha marcado el cinturón metropolitano en el mapa como su gran prioridad. Oriol Junqueras se ha multiplicado a lo largo del último año con actos municipio a municipio. El presidente de ERC entiende que para ser un «partido de país» y ocupar el espacio que antes tuvo Convergència deben ser fuertes en el cinturón, una tarea que empezó a cimentar en 2019 con la vara de
Albiol acaricia la mayoría absoluta tras una campaña transversal para captar votos
mando en cinco localidades, la más importante Sant Cugat del Vallès junto al PSC y la CUP (además del Papiol, Corbera, Sant Feliu de Llobregat, Santa Coloma de Cervelló). Sin embargo y pese a apuestas como la de Rufián en Santa Coloma, se antoja casi imposible un cambio de tendencia en el cinturón respecto al PSC.
Y Junts se revuelve y trata de no quedar en una posición aún más residual en el entorno metropolitano, con gobiernos en cuatro localidades menores (Begues, Montgat, Sant Climent y Torrelles). Sus esfuerzos van destinados precisamente a recuperar la alcaldía de Sant Cugat del Vallès.