La pandemia respeta las expectativas electorales de los gobiernos... de momento
Las encuestas en España y el resto de la UE muestran escaso desgaste a los partidos en el poder
El empobrecido norte de Inglaterra tiene toda la atención del Gobierno británico en su lucha contra el coronavirus, y a este lado del Canal de la Mancha, el marginado mediodía de Francia es la principal preocupación del gobierno galo. Al igual que lo es para el gobierno de Ayuso el sur de la Comunidad de Madrid. Son países o regiones de la Unión Europea especialmente castigadas por el Covid. La Comunidad de Madrid es una de las regiones más importantes de Europa, ocupa un lugar propio por tener más población que doce de los veintisiete estados miembros de la UE. Las crisis tienen otras dimensiones y, como el caso del coronavirus, plantea serios problemas de movilidad. Por la tanto, las consecuencias electorales son también más complejas.
Madrid es una pieza de caza mayor para el hostil gobierno de la nación. La lógica de Moncloa es la misma en todo el territorio nacional, sumar heterogéneo para desbancar al PP. Qué más da sumar con fuerzas destructivas o enemigas de España. Solo contemplan dos objetivos, el primero, mantenerse hasta noviembre de 2023 en el gobierno y lo segundo debilitar a los que son su alternativa, los populares, los únicos que les pueden sustituir en palacio. Para ello intentarán privarles de sus aliados centristas, los naranja y por otro lado potenciarán a Vox con medidas de supuesto castigo diferido al franquismo.
La media de las encuestas de ámbito nacional, publicadas por los medios en septiembre, sitúan al PP en el 25,0% del voto, pero la última encuesta del CIS castiga a los populares con el 18,1%. La diferencia es espectacular; 6,9 puntos. Incluso 2,7 puntos por debajo de su resultado cosechado por el PP el 10-N.
Sin embargo, al tratamiento que el CIS da al PSOE es muy distinto, lo ubica ahora en el 31,5%, 3,5 puntos más que en las elecciones generales de noviembre.
Si buscamos la comparativa del 10-N con la media de las encuestas de septiembre, encontramos que el PSOE repite con su resultado con el 28,0%, VOX y UP retroceden y el Partido Popular crece 4,2 puntos.
El CIS pretende engañar a Ciudadanos, premiándoles con un porcentaje de voto ficticio para que continúen blanqueando a Sánchez. Cuando la realidad es que el importante avance de los populares en estos diez meses ha sido precisamente a costa del electorado de Ciudadanos.
En la encuesta nacional de finales de agosto de NC Report para LA RAZÓN, el 18,6% de los votantes de Ciudadanos se pasaban al PP. 307.000 sobre un total de 1.650.000 votantes.
En la encuesta publicada por LA RAZÓN el día 17 de septiembre concerniente a la autonomía madrileña, las derechas, en el gobierno, sumarían dos escaños más que en mayo de 2019. Pero sería el PP el que capitalizaría también ese crecimiento con un avance de 6,2 puntos. Sustraería a Cs el 25,9% de sus votos, es decir 163.000 de un total de 630.000 votantes.
Ayuso mejora su resultado de mayo de 2019 pasando del 22.2% al 28.4%. Su avance es de 6.2 puntos. Crece en 133.000 votantes. No hay otro partido en la Comunidad de Madrid que avance en votantes. Todos retroceden. En cuanto a escaños, los populares de Ayuso ganan 9 escaños. Sus socios de Cs pierden 7 y los de Vox se estancan con 12. Las derechas pasan de 68 a 70 escaños. Las izquierdas bajan de 64 a 62. La mayoría absoluta de Ayuso es más sólida ahora.
La Comunidad de Madrid es buque insignia de Cs. De la mano de ellos está la continuidad del gobierno popular en la región. Hoy por hoy son el socio fundamental en la gobernanza de la comunidad autónoma. El electorado naranja es básicamente de centro derecha. La mayor parte de los que les votan son antiguos electores del Partido Popular. Sus votantes rechazan las maniobras del PSOE para dejar caer a Ayuso. Cualquier entendimiento con el PSOE en la Comunidad de Madrid significaría el fin de este partido naranja en el resto de España.
Entre izquierda y derecha
Si bien es un partido bisagra, el PSOE no es ahora una alternativa de alianza con Ciudadanos, mientras que los socialistas mantengan diálogo y acuerdos con independentistas y comunistas. Hay trenes que solo pasan una vez en la vida. Los resultados de las elecciones generales de abril de 2019 sí hubieran dado una mayoría parlamentaria absoluta entre PSOE y Ciudadanos. El PSOE sumó 123 escaños y Ciudadanos 57, con lo que totalizaban 180 escaños, estando la mayoría absoluta en 176 diputados. Pero no hubo entendimiento. El PSOE miraba a su izquierda y a los independentistas y Cs ambicionaba desbancar al PP como líder de la derecha. En la repetición electoral de noviembre, Ciudadanos pasó de 4,2 millones de votos a 1,7 millones y de 57 a solo 10 escaños.
El resultado de las encuestas, nacionales o regionales nos confirma, al igual que sucede en la Unión Europea, que la actual crisis del Covid no daña excesivamente la imagen de los gobiernos. Incluso por muy mal que se haya gestionado, como es el caso de España. De ahí la falta de iniciativa gubernamental ante el descontrol del apande mi ay la dejación de funciones ante el problema y tratarlo como un asunto de las regiones y ciudades, no como lo que es, una pandemia mundial y que requiere el liderazgo del gobierno de la Nación. Al ser una crisis global, el argumentario siempre es previsible: nadie esperaba que un virus que nadie había previste pudiese dañar de esa manera a la economía.
Por lo que la crisis del Covid no daña a los gobiernos, ni nacionales ni autonómicos. Otra cosa será la llegada del otoño y afrontar la dureza de la crisis económica y sus consecuencias.