Una fusión para ahorrar 770 millones y ganar 290 más
Gortázar, el líder de la nueva entidad, confía en un ajuste de plantilla «no traumático» a partir de marzo. «No vamos a desbancarizar España»
«Es un momento de disrupción y hay que anticiparse». Así presentó ayer José Ignacio Goirigolzarri –presidente de Bankia y nuevo presidente no ejecutivo de la nueva entidad nacida– la fusión de Bankia y CaixaBank para crear el mayor banco de España. «Goirigolzarri aseguró en Valencia que la crisis derivada de la pandemia, afectará al entorno social y económico, y por ello se comprometió a que la entidad mantenga su apuesta por la sostenibilidad y sobre todo por «la creación de un banco más fuerte para ayudar en recuperación económica, apoyar a las empresas y la familias de la pandemia». Por su parte, el consejero delegado de CaixaBank y líder como consejero delegado de la nueva entidad, Gonzalo Cortázar, destacó la buena base de clientes con el que nace el banco. Más de 20 millones de usuarios que permiten crear «un líder del sistema financiero español». Además, remarcó que ambas entidades tienen la experiencia en este tipo de operaciones y siempre han salido más fuertes.
Sobre el calendario previsto indicó que en octubre se producirá la reunión de los consejos para que se aprueben los informes de fusión y se convoquen las juntas de accionistas, que deberían celebrarse a mitad noviembre. A partir de ahí, procesos de autorización que deben contar con los informes previos del Banco de España, Banco Central Europeo y de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Por tanto, se espera que el proceso concluya a final del primer trimestre de 2021. Como en toda fusión empresarial, las sinergias siempre van acompañadas de duplicidades y, por extensión, de recortes de empleos. En este sentido, Gortázar se mostró convencido este viernes de que habrá acuerdo con los sindicatos para un ajuste «no traumático» de la plantilla, tras la fusión con Bankia, aunque auguró unas negociaciones «complicadas» en las que «nos dejaremos la piel».
«Es pronto para especular sobre las personas afectadas y el perfil. En el pasado hemos llegado ya a acuerdos con sindicatos (sobre procesos de este tipo) y siempre han sido no traumáticos. Buscamos hacerlo así», señaló
Gortázar durante la rueda de prensa de presentación de la nueva entidad surgida de la fusión de CaixaBank y Bankia. El que será el máximo directivo del nuevo banco admitió que una operación de fusión de estas características provoca duplicidades por las sinergias que genera, lo que facilita el ahorro de costes, pero rehusó valorar los cálculos que se barajan sobre el número de trabajadores que podrían salir.
En esta línea, insistió en que quedan aún seis meses antes de la ejecución de la fusión, por lo que cree que «las plantillas deben seguir trabajando día a día» y esperar al menos a marzo de 2021. Según fuentes del sector, el número de trabajadores afectados podría situarse en alrededor de 7.500, ya que éste es el número de empleados de los dos bancos que tienen 52 o más años. Los equipos que están preparando la fusión prevén que los costes de reestructuración se elevarán hasta los 2.200 millones de euros, incluyendo el gasto de la reducción de la plantilla y cierre de oficinas.
No obstante, el grupo resultante de la fusión de CaixaBank y Bankia prevé conseguir unos ahorros recurrentes de costes de 770 millones de euros anuales, de forma plena a partir de 2023, y generar progresivamente sinergias de ingresos de 290 millones de euros anuales en un horizonte de cinco años. Asimismo, ambas entidades han estimado que el beneficio por acción para los accionistas de Bankia (el más importante es el Estado) se incrementará un 69% sobre las estimaciones para 2022, y un 28% para los de CaixaBank. Tras los saneamientos consecuencia de la operación, la entidad fusionada presentará, según las entidades, la ratio de morosidad más baja en España, con el 4,1%.
Fórmulas «innovadoras»
Las dos entidades bancarias suman juntas en estos momentos algo más de 51.000 empleados (35.500 de CaixaBank y 15.800 de Bankia), aunque la plantilla sobre la que se podría aplicar el expediente de regulación de empleo (ERE) se reduciría hasta los 44.000, una vez descontados los trabajadores de las filiales, informa Efe. A la hora de abordar la negociación con los sindicatos en busca de un acuerdo no traumático, Gortázar señaló incluso que buscarán «maneras innovadoras
de ayudar en el proceso», intentando ser «creativos» con fórmulas que no sean la tradicional de las prejubilaciones.
Goirigolzarri añadió que «nos hemos comprometido a profundizar en la capacidad de incorporar habilidades en personas que quieran tener otras posiciones». Respecto al impacto de la fusión en la red de oficinas bancarias, el que será consejero delegado del nuevo banco también señaló que aún es pronto para abordar esta cuestión pero dejó claro que «no vamos a desbancarizar España». De hecho, señaló que las dos entidades fusionadas tienen vocación de continuar en las zonas rurales. «Sería un error desde todos los puntos de vista y tirarnos un tiro a nosotros mismos».
Bankia, una marca «maldita»
La integración de Bankia en CaixaBank derivará en la desaparición de la marca de la entidad absorbida, la cual nació hace casi una década como resultado de la integración de siete cajas. Aunque Goirigolzarri reconoció que le dará «mucha pena» la desaparición de Bankia, se trata de un nombre que aún no ha podido desprenderse de las connotaciones negativas que se le atribuyeron tras la supuesta estafa a inversores que se produjo en su salida a Bolsa en 2011 bajo la presidencia de Rodrigo Rato. Goirigolzarri destacó el esfuerzo de los últimos años para revitalizar la marca, pero lo cierto es que mantiene connotaciones negativas derivadas del pasado y que, por eso, desaparecerá en el momento en que el nuevo grupo combinado se conforme jurídicamente. Mientras, convivirán ambos nombres y, de hecho, por lo menos durante seis meses, seguirán compitiendo en el mercado como si no existiera la fusión.