Sexo y violencia en la Baja Edad Media de Ken Follett
Presenta la precuela de su novela más famosa, donde narra el florecimiento de la justicia pública que nació en la Edad Media
Vuelve Ken Follett con «Las tinieblas y el alba», precuela de la trilogía de Kingsbridge que tanto éxito obtuvo hace ya dos décadas. El autor describe esta anticipación histórica como «un épico viaje que termina donde“Los pilares de la tierra” comienza». Tras el éxito obtenido, Follet regresa al mundo literario donde consiguió fama mundial, el siglo X en el Reino Unido, centrado en otro tipo de construcción tan simbólica como la construcción de una catedral gótica, pero inmaterial: la del Derecho. No se podía haber dado la segunda, una catedral, que simboliza la espiritualidad, sin cambiar los límites del Derecho sobre las personas y la justicia,
justicia, oponiéndose a los poderes de la nobleza que permitían la esclavitud, aceptaba la poligamia en el matrimonio y el poder de la nobleza y de la Iglesia Católica sobre sus siervos. Con una moderna apelación al poder de la mujer dentro de la institución reglada del matrimonio y la homosexualidad en los conventos de monjas y frailes.
Follett recurre a tres personajes marcados simbólicamente para protagonizar una historia sobre la vida cotidiana de nobles y plebeyos en Shiring, Priorato de King´s Bridge durante la Edad Oscura. Un joven constructor de navíos que inicia la construcción civil de edificios de piedra. Una noble normanda empeñada en defender un lugar igualitario en la institución matrimonial. Y un monje que quiere crear un scriptorium y una biblioteca.
Reglas caballerescas
Los tres simbolizan un cambio radical en el orden establecido por la nobleza y el clero. El tránsito del viejo orden de la Edad Oscura al florecimiento de una legalidad que daría lugar a la espiritualidad medieval, la importación del amor cortés del sur de Europa y las reglas caballerescas que impondrían el amor pasión en el siglo XII y XIII. Trata «Las tinieblas y el alba» de los fundamentos de la justicia pública que se impuso en los albores de la Edad Media contra la acción punitiva de los particulares y la venganza privada. Y lo hace entre lances de amor, intrigas familiares y venganzas. Esas batallas permitieron el establecimiento de una sociedad capaz de construir catedrales, castillos y fortificaciones. Follett es un admirable divulgador a la par que consumado narrador. Alterna voltaje sexual, violencia y la descripción de la vida en la Baja Edad Media. Follett, en fin, es el creador de la moderna novela histórica de la épica cotidiana basada en la cultura material.