Goethe, un científico moderno
Esta obra imprescindible recupera para el público la vertiente científica del escritor alemán, que ahora comienza a ser reivindicada
La ciencia sigue planteándose viejos problemas pero, afortunadamente, se ha demostrado que una perspectiva positivista no proporciona la solución global a la comprensión de la naturaleza. El dilema viene sucediéndose desde la filosofía griega hasta la física cuántica actual. El problema de la totalidad implica la relación de la unidad con sus partes, el individuo y lo colectivo, lo universal y lo particular. La ciencia positivista a partir de Newton tendió a obviar el debate prescindiendo de los fenómenos en pos de la norma abstracta y general. Pero esa no es la única ciencia y Einstein o la teoría cuántica subrayaron que había que emprender otros caminos.
Una rehabilitación
A menudo se olvida que un precursor de la visión holística e integradora de la ciencia fue Goethe, quien tuvo una vertiente científica destacada. La obra de Bortoft se propone rehabilitar la visión goetheana de la ciencia, que fue adoptada en su día por Rudolf Steiner. Bortoft, deslumbrado por el holismo de Bohm, se especializó en el estudio de la ciencia de Goethe y propuso una reivindicación de los escritos científicos del genio alemán. Sobre la base de la teoría del color goetheana, Bortoft aplica la holokinesis de Bohm –el orden explicado múltiple y el orden implicado único–, a los conceptos de Goethe de los fenómenos que contienen en sí los arquetipos de la totalidad. Un libro necesario que apasionará a todos.