Nadie sabía dónde estaba Jure Zdovc
Reinaba la perplejidad en el PalaEUR romano, que aquella víspera de los santos Pedro y Pablo, patrones de la Ciudad Eterna, acogía las semifinales del Eurobasket 1991. Yugoslavia, vigente campeona del mundo, se medía a Francia en semifinales sin Drazen Petrovic, ya emigrado a la NBA, pero con Divac, Kukoc, Paspalj, Perasovic, Radja, Djordjevic, Danilovic, Sretenovic, Komazec, Savic y Jovanovic. Una constelación imponente que se iba a merendar a los galos, a arrollar a Italia en la final y a posar en el podio que completaba la España del equipo nacional de Antonio Díaz Miguel… con sólo once hombres, uno menos de los que comenzaron el torneo. ¿Por qué? Al terminar la fase de grupos, el 25 de junio, Eslovenia había proclamado su independencia y había ordenado que se repatriara a Jure Zdovc, base titular de aquel equipo irrepetible. Fue el acta fundacional de la nación más deportiva del mundo.
Con poco más de dos millones de habitantes, este pequeño país alpino presume en los Juegos Olímpicos de la mejor ratio medallero/población del planeta. Un año después de su independencia, en Barcelona, lograron dos honorables bronces que en Río 2016 se convirtieron en cuatro preseas, una de ellas de oro (por no hablar de los ocho podios, con dos títulos, en los Juegos de Invierno de Sochi 2014). Si España se moviese en cifras similares, escrito quede a título de inventario, se habría traído de Brasil unas noventa medallas y el himno nacional habría sonado entre veinte y veinticinco veces.
En la salida del Tour en Niza, figuraban cuatro eslovenos (además de las dos estrellas, Matej Mohoric y Jan Polanc), exiguo contingente en comparación con los 39 franceses, ninguno de los cuales terminará en el «Top 10» salvo improbable hazaña de Guillaume Martin, o los 17 españoles que completarán su segunda edición consecutiva sin rascar una victoria de etapa. La exhibición de Roglic y Pogacar en este Tour será otro episodio glorioso del deporte de Eslovenia, ese enclave multidisciplinar de donde lo mismo sale una de las pocas mujeres que ha ganado en la Copa del Mundo de las cinco disciplinas del esquí, Tina Maze; que el mejor portero del mundo, el atlético Jan Oblak; o Luka Doncic, que ha firmado con 21 años la irrupción más fulgurante de la historia de la NBA, con registros que le permiten sentarse a la mesa de Michael Jordan, Magic Johnson o LeBron James.