El Barça gana al Elche (0-2) sin Messi y sin brillantez
EL HOLANDÉS MARCA Y ASISTE EN EL TRIUNFO DEL BARÇA SIN MESSI ANTE EL ELCHE. OTRA PARADA DECISIVA DE TER STEGEN
NoNo estaba haciendo el mejor partido que se le recuerda al Barcelona, pero sí estaba siendo un partido correcto, con casi todo lo que se puede exigir a un equipo: el dominio posicional, sin sufrir atrás y una buena presión para recuperar la pelota rápidamente y volver a la carga. El problema es que el objetivo último de este deporte es marcar goles, y le costaba llegar a la portería contraria. Por un lado, claro, porque el Elche, aunque está en zona de descenso, ha demostrado más de una vez en esta Liga que sabe defenderse bien. Y por otro, en parte, porque sin Messi los catalanes pierden un poquito de maldad, en el buen sentido de la palabra, en los últimos metros. Leo es un futbolista con calidad, experiencia y que también impone a los contrarios. Es el azulgrana un equipo en formación y la verdad es que ni cuando juega aseado mete mucho miedo. Lo intentaba Dembélé, que pidió mucho protagonismo a falta del capitán (cumplía su segundo partido de sanción por la roja de la Supercopa), que se salía a veces de la banda para ir al centro centro e intentaba con sus regates generar algo, con la anarquía de siempre, pero él juega así. No lo conseguía. Badía vivía tranquilo hasta que un pase interior de Braithwaite le llegaba a Griezmann, pero lo interceptó Diego González. La pelota iba a ser un gol en propia puerta, pero De Jong llegó a toda prisa para rematar en la línea.
El tanto fue para el holandés, que en el último mes y medio está liberado, parece otro jugador después de un año y medio de excesiva timidez, y Koeman tan contento, porque no hace más que pedir a sus centrocampistas que se incorporen al ataque y que aporten en la faceta anotadora. El segundo lo marcó otro medio, Riqui Puig, después de que De Jong fuera de nuevo decisivo con una arrancada en el último minuto, un cambio de ritmo de los que ya se le empiezan a ver más, para asistir al canterano, que llevaba dos minutos en el campo y marcó... «Es surrealista que lo haya hecho de cabeza», admitió. Es que mide 1,69.
En medio de una diana y otra el Elche se estiró y buscó a su rival más arriba, aunque el partido siguió controlado por el Barça, con Pedri más crecido en la zona de la mediapunta. Pero no faltó el regalo habitual. Esta vez fue Mingueza quien falló en un control para que Rigoni se quedara en un mano a mano con Ter Stegen, que el portero resolvió de maravilla. Aguantó y despejó con la pierna, como si fuera un guardameta de fútbol sala. Fue decisivo, porque era una acción que podía suponer el 1-1.