«En este equipo lo das todo por el que tienes al lado»
España afronta los cuartos del Mundial ante Noruega (20:30, TDP) con la filosofía que se aprende desde las categorías inferiores
DaniDani Dujshebaev tiene 23 años, pero ya sabe lo que es ganar dos oros Europeos con los Hispanos. También, lo que es superar una lesión grave: se rompió el ligamento cruzado anterior de una rodilla. Es el menor de una saga interminable. Su padre, Talant, es una leyenda del balonmano español y a su lado en la selección está su hermano mayor, Álex. Talant, además, es el entrenador de ambos en el Kielce polaco: «Somos profesionales. En la pista es mi entrenador y fuera, mi padre. Lo llevamos bastante bien», dice Dani, que en este Mundial de Egipto está teniendo ya protagonismo y reconoce que el equipo llega preparado para el decisivo partido de cuartos hoy contra Noruega (20:30, TDP).
–Llegan los cuartos, Noruega. ¿Qué debe temer España?
–Son un gran equipo, pero tenemos nuestras opciones. Tienen un jugador que marca mucho las diferencias, como es Sagosen, pero bueno, creo que podemos hacerles mucho daño con nuestro estilo de juego.
–Ha pasado por las categorías inferiores de España: ¿qué se aprende ahí?
–Bueno, las inferiores es muy distinto a lo que se vive al llegar a la selección absoluta, a un gran torneo, pero sí hay algo que nos ha pasado, en mi generación al menos, y es que en España, aunque a veces no seamos los más fuertes o los más grandes, siempre competimos y damos todo por llegar lo más lejos posible. Estamos en ese grupo de equipos con los que nadie quiere cruzarse.
–La idea de equipo es con mayúsculas...
–Este vestuario está muy unido y eso se nota en el campo. Das todo por el que tienes al lado y sabes que el de al lado lo va a dar por ti, y eso es una clave para estar siempre al cien por cien y si hay uno que está un poco peor, que no se note tanto como quizá en otra selección, que ves a un jugador con menos confianza y no tiene tanto apoyo.
–Van de menos a más en este Mundial...
–Por el año que es y por cómo han sido las cosas, fue una preparación rara y con la nieve no jugamos un partido que teníamos con Croacia. Las sensaciones no eran las mejores al llegar, y más con ese duelo con Brasil que se nos complicó y empatamos, pero el equipo ha sabido rehacerse, hemos cogido confianza y estamos en un buen momento. Veníamos preparados porque teníamos tres rivales duros desde el primer grupo y cualquier día tonto te puede hacer perder puntos. El equipo no perdió la cabeza con un mal resultado al principio y sin buenas sensaciones contra Polonia.
–¿En qué le cambió la grave lesión que sufrió?
–Una lesión así te hace valorar más el dónde estás y que cualquier día todo lo que pasaba por tu cabeza puede cambiar. Es una lesión muy larga y está claro que no te va a venir bien, pero en cierto sentido me hizo darme cuenta de que tenía que trabajar mucho más y eso se ha notado en el aspecto físico, pero también en el balonmano, y, bueno, creo que a día de hoy soy mejor jugador que el que era antes de la lesión.
–De usted destacan su visión de juego. ¿Le insistió mucho su padre en que el balonmano también está en la cabeza?
–Supongo que sí... He tenido la suerte de vivir el balonmano desde que era muy pequeño; luego, de tener como ejemplo a mi hermano, que son cinco años de diferencia,
«Cuando mi hermano tenía 14 o 15 años y yo 10 ya quería entrenar con él. Siempre me ha ayudado, es una ventaja tenerlo»
cuando él tenía 14 o 15 yo tenía 10, iba a verlo entrenar, y si podía, porque lo hacía individual, intentaba entrenar con él. Ver tanto balonmano y tenerlo en casa creo que ha ayudado a eso.
–Creció viendo al Ciudad Real, entrenado por su padre, ser el mejor equipo...
–Ojalá hubiese podido vivir esa etapa un poco más consciente de lo que era aquel equipo. Yo era muy pequeño y no entendía muy bien, aunque disfrutaba de las victorias y sufría con las derrotas. Era como un aficionado más, pero a nivel balonmanístico no me enteraba tanto.
–¿Es una ventaja tener al lado a su hermano?
–Es una ventaja en todos los aspectos. Siempre me ha ayudado. Él ha vivido lo que yo puedo vivir y me puede ayudar a hacer las cosas mejor y no cometer algún error que él sí pudo cometer.
–¿Cómo es jugar sin público?
–Por desgracia nos estamos acostumbrando. Llevamos toda la temporada jugando sin afición, es un ambiente distinto, más frío... Es una sensación extraña
«Sufrir una lesión grave me hizo darme cuenta de que tenía que trabajar más. Creo que ahora soy mejor jugador que antes»
y ojalá que pueda volver el público pronto. Por otro lado, por suerte, podemos jugar este tipo de campeonatos y podemos jugar nuestras ligas y la Champions.
–¿Es un Mundial distinto fuera de la pista por la burbuja a causa de la pandemia?
–En estos torneos a mí no me cambia tanto. A lo mejor alguna mañana hubiéramos salido a visitar, por ejemplo, las pirámides, pero es un Mundial y aquí vienes a lo que vienes. Los tiempos libres los intentas aprovechar para descansar, estar con los fisios...
–¿Les hacen muchas PCR?
–Todas las noches antes de cenar o en partidos o entrenamientos. Pero es lo que hay. Da pereza un día tras otro, pero ayuda a que estemos más seguros y podamos jugar sin problema y sin riesgo.