El Síndic de Greuges requiere a Ribó datos de la Cabalgata
Tanto el PP como Ciudadanos van a aportar a la Agencia Antifraude la documentación relativa a los contratos
El grupo municipal popular en el Ayuntamiento de Valencia está ultimando la denuncia a la Agencia Valenciana Antifraude por la adjudicación «exprés» y «a dedo» de la «imprudente» Cabalgata de Reyes.
Así lo explicó ayer antes del pleno municipal, su portavoz María José Catalá quien desveló que el Síndic de Gregues, ante la queja presentada por los populares, ha pedido al alcalde, Joan Ribó, la documentación de los correos electrónicos de invitación a las seis empresas para realizar la cabalgata.
«El día de la Cabalgata no se respetó el aforo de 150 personas permitido ni se garantizó las medidas de seguridad ni la señalización necesaria para garantizar la separación física de metro y medio», advirtió Catalá.
La portavoz añadió que «el PP ha denunciado estas infracciones a la Conselleria de Sanidad» y espera que «los responsables de su organización, el gobierno de Ribó y el PSPV, reciban el mismo trato que recibiría un promotor de actos públicos que incumpliera la normativa de protección de la salud».
La planificación y organizaron de la cabalgata se produjo cuando la curva de contagios no paraba de crecer en la ciudad. «Ni tan siquiera la información de que se registraban 85 fallecidos y el anuncio de Puig de cierre de la hostelería a las 17 horas, les hizo reaccionar», lamentó.
«Lo que se vio aquí el 5 de enero fue una descoordinación y una imprudencia absoluta. Ustedes por organizarlo y la Generalitat por no evitarlo. Y lo que también se vio es un espectáculo bochornoso en redes sociales entre los socios de aquí y de allí
Galiana se escuda en que la Conselleria de Sanidad solo desaconsejó la Cabalgata, pero no la prohibió
echándose la culpa los unos a los otros», concluyó.
A pesar de la gravedad del asunto y de que los tres grupos de la oposición pidieron la dimisión del concejal Carlos Galiana y la reprobación del alcalde, Joan Ribó, la mayoría de los votos de Compromís y el PSPV rechazaron esta posibilidad.
Galiana se escudó en que Sanidad desaconsejó pero no prohibió la Cabalgata y explicó que se intentaron otras opciones como el montar un campamento real, como hicieron otras localidades como Torrevieja, pero que no era posible ni administrativa ni presupuestariamente.
Negó que hubiera tenido relación laboral con una de las empresas que finalmente fue adjudicataria, si bien, el concejal de Vox, José Gosálvez, le adivinó el truco y le dijo que una cosa era relación laboral y otra relación mercantil: «no se trabaja en la empresa pero se trabaja para la empresa». Por último, Galiana acusó al edil del PP, Carlos Mundina de filtrar el recorrido de la cabalgata, algo que soliviantó a los «populares».