Vacaciones en Florida para lograr la inmunidad frente a la Covid-19
El dinero, los privilegios y la desconfianza por ciertas vacunas han creado un nuevo nicho de mercado para los viajes
La pandemia de la Covid-19 ha puesto del revés el mundo e incluso ha modificado la forma de hacer turismo sanitario... Del mismo modo que ocurre con ciertos destinos como Jordania, que unos años atrás, a través de su Asociación de Hospitales Privados, atrajo a 250.000 pacientes de otros países, generando unos beneficios de casi mil millones de euros; o Nueva Zelanda, donde las intervenciones pueden costar hasta un 80% menos que en Estados Unidos, y hasta España, por su sistema de salud gratuito, existen destinos sanitarios que son visitados por millones de personas cada año y hasta son reconocidos internacionalmente mediante un Sistema de Acreditación Sanitaria Internacional.
En el contexto de la pandemia, actualmente el último destino sanitario de moda es Estados Unidos, en particular el estado de Florida, y la razón no es otra que la vacuna contra la Covid-19. En concreto, Florida ha conseguido que ésta sea gratuita para los mayores de 65 años, sin importar si se trata de personas residentes o no. Y teniendo en cuenta que allí un 20% de la población
EL DESTINO SANITARIO DE MODA ES EL SUR DE EE UU, DONDE SE VACUNA GRATIS A MAYORES DE 65 AÑOS
EL PLAN DE VIAJE INCLUYE UNA ESTANCIA DE UN MES PARA RECIBIR LAS DOS DOSIS NECESARIAS
población está por encima de esta edad (atraídos por el buen clima), eso se traduce en que hay al menos cuatro millones de personas esperando su dosis.
El sistema es sencillo: cada uno de los 67 condados en los que está dividido el estado de Florida ha creado una página web en la que era posible solicitar turno (era, porque actualmente están todos dados). Para ello era necesario tener más de 65 años y no haber recibido ninguna otra vacuna previamente contra el SARS-CoV-2. Quienes cumplan estos requisitos, recibirán dos dosis de la de Pfizer o de Moderna, según corresponda. Para muchos estas son las más confiables del mercado, en contraposición a la Sputnik V, desarrollada por Rusia, y que es la que se está distribuyendo en Argentina, por ejemplo.
En las últimas semanas muchos medios de este país y también de Estados Unidos han señalado el aumento de visitantes que acuden a Florida para vacunarse. Esto ha generado reacciones desde varios sectores. Por un lado, los residentes se quejan porque no todos han recibido su vacuna: Florida ha recibido menos de tres millones de dosis. Al mismo tiempo los medios argentinos señalan que sólo ciertos sectores de la población tienen la capacidad de viajar a miles de kilómetros, alojarse allí casi un mes (el tiempo suficiente para recibir las dos dosis) y luego regresar a su hogar.
LEGAL, ¿PERO INMORAL?
En una entrevista concedida al diario argentino «Clarin», un empresario de este país reconocía que «tengo tres amigos empresarios, de mucho perfil bajo, temerosos y egocéntricos, que decidieron ir a Estados Unidos a vacunarse porque desconfían de la vacuna rusa y del Gobierno populista, al que califican como el virus más grave de la Argentina. Esto no es ilegal, para nada, sólo hay que tener dinero. Eso sí, nadie lo quiere hacer público, es un tema privado, como aquel que lleva dinero a otro país. No se comenta porque genera temor la reacción del otro».
Es cierto que no resulta ilegal la práctica de ir al estado de Florida para vacunarse pero… como en todo, aquí hay dos caras de la moneda. Están los que desconfían del origen de la vacuna y como tienen los medios para inmunizarse en otros país, acuden a él. Por otro lado, están los residentes de Florida que ven que el estado en el que pagan sus impuestos permite la vacunación a personas que no contribuyen con su trabajo al lugar donde viven. Y, finalmente, están aquellos que se escudan en que la cantidad de vacunas que llegaron a Argentina es insuficiente: «Llegaron 300.00 dosis y el plan son 20 millones de dosis que estarían distribuidas entre los meses de enero y febrero –explicaba Roberto Salvarezza, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina–. El objetivo es vacunar a 10 millones de personas antes de marzo y que el total de la inmunización llegará a gran parte de la población a lo largo de 2021».
Como ocurre con cualquier clase de turismo, el sanitario también tiene categorías y no todos pueden llegar a destino. La diferencia es que, en este caso, no se trata de volver con un buen recuerdo. Y el destino, la salud, debería ser un derecho para todos, sin importar el pasaporte o la procedencia.