El Ayuntamiento rechaza el PAI de Benimaclet y exige bajar alturas
También quiere jardines públicos y no urbanizaciones con áreas privadas
El Ayuntamiento de Valencia comunicó ayer a Metrovacesa que inadmitía el PAI de Benimaclet en el que preveía construir 1.345 nuevas viviendas y torres de hasta treinta plantas, y propuso nuevos criterios para sustituirlo por uno que reduzca las zonas privativas y consolide las dotaciones públicas. El Ayuntamiento, o al menos el área de Urbanismo que lidera el PSOE, quiere menos alturas en la zona central de Benimaclet, un entorno más respetuoso con la trama histórica del barrio. No quiere jardines privados ni urbanizaciones con piscina y club social, sino zonas verdes públicas «que den vida al barrio».
También quiere un 20 por ciento de uso terciario, «pero no un centro comercial, sino terciario de alto valor añadido», concretamente una empresa puntera en tecnología que sea un motor de empleo en el barrio, según explicó ayer la concejal de Urbanismo, Sandra Gómez.
La vicealcaldesa explicó que, con este replanteamiento, se busca evitar el modelo urbanístico de «grandes torres y grandes alturas que se cierran en sí mismas y no interactúan con el barrio» y pasar a uno que desarrolle la tipología histórica del barrio y sea «más respetuoso» con la huerta.
La responsable de Desarrollo y Renovación Urbana precisó que estos nuevos criterios «no modifican los parámetros urbanísticos definidos en el PGOU», buscan dar respuesta a «la mayor parte de las demandas vecinales» y que además estos cambios «no suponen ninguna carga económica» para el Ayuntamiento.
Gómez reivindicó «que no se pierda ni un solo metro de dotación pública» en esa zona, ya que los vecinos de Benimaclet tienen derecho a contar con una escoleta, un colegio, un gran parque, un campo de fútbol e instalaciones deportivas, como pide el vecindario, y que además haya «vivienda accesible para todos».
Se comprometió a impulsar un «Benimaclet 15 minutos», en el que las dotaciones públicas estén «al alcance de cualquier persona a una distancia que se pueda recorrer a pie, bicicleta o transporte público», y avanzó que habrá «un gran parque público central», que servirá de transición entre el barrio y la huerta y acogerá un parque urbano.
Señaló que las mayores alturas se concentrará en los extremos con las avenidas de Alfahuir y Cataluña, y el resto de la edificación deberá adecuar sus alturas a las del entorno, reduciéndose conforme se acercan a la huerta, al tiempo que abogó por «potenciar los caminos históricos de conexión con la huerta», como el de las Fuentes y el de Farinós.
Respecto a la tipología edificatoria, afirmó que deberán «adecuarse a las existentes en el entorno, no queremos otro Santa Bárbara».