LA INVESTIGACIÓN EN MICROORGANISMOS, CLAVE DE UNA AGRICULTURA SOSTENIBLE
Symborg es una compañía pionera en desarrollo de biotecnología e innovación agrícola. Sus biofertilizantes y bioestimulantes son utilizados por agricultores de más de 50 países
EnEn el mundo agrícola, dos de las grandes prioridades son maximizar el rendimiento y proteger el medioambiente. La compañía ganadora del Premio Empresa Líder en Biotecnología e I+D Agrícola, Symborg, ayuda a los agricultores a conseguir estos objetivos gracias a sus soluciones biológicas innovadoras. Symborg es experta en investigación e innovación agrícola, cuenta con nueve filiales en diferentes zonas del mundo y sus biofertilizantes y bioestimulantes se utilizan en más de 50 países.
«Nacimos innovadores, nacimos sostenibles y ya lideramos una nueva forma de hacer las cosas cuando aún nadie hablaba de ello», explica Jesús Juárez, CEO y socio fundador de Symborg. La compañía nace en 2009 para transformar la agricultura y poner los avances en biotecnología agrícola al servicio de los agricultores. Fue creada por el doctor Félix Fernández, investigador en microbiología, y Jesús Juárez, con notable recorrido en la venta de insumos agrícolas.
Fruto de muchos años de investigación en el laboratorio, se descubrió una nueva especie de hongo con excelentes cualidades para mejorar la capacidad de las raíces a la hora de absorber nutrientes. «Ambos sabíamos de su enorme potencial para mejorar los cultivos y pensamos en crear la empresa y desarrollar y comercializar productos basados en el mismo», explica Juárez. Así nació Symborg, un proyecto pionero en el mundo, ya que los productos biológicos agrícolas apenas tenían presencia en el mercado.
Sus soluciones resuelven dos de los retos más importantes de la agricultura: conseguir la mayor cantidad de cosecha utilizando el mínimo de recursos de suelo y agua, y disminuir las aportaciones de nitrógeno.
En cuanto al primer reto, Symborg lo ha conseguido con sus bioestimulantes MycoUp, MycoUp 360, Resid HC y Resid MG. Respecto al segundo, la compañía está contribuyendo a ello mediante dos tecnologías diferentes: por un lado, el lanzamiento de BlueN (el primer biofertilizante fijador de nitrógeno de máxima eficacia del mercado) y, por otro, la obtención de nitrógeno a partir de residuos industriales, lo que contribuye a la economía circular. También cuenta en su catálogo con una cepa muy eficaz de Trichoderma (TrichoSym Bio), un producto regenerador de suelo (Vitasoil), un disruptor de dormancia (F1rstCrop), y próximamente un producto para la nutrición vegetal especialmente indicado para aumentar la tolerancia del cultivo ante situaciones de estrés abiótico (Balius).
Innovación, sostenibilidad y cercanía son los tres pilares de esta compañía. La inversión en I+D de Symborg fue de ocho millones de euros en los últimos tres años y una muestra de su constante innovación son sus proyectos futuros. «Actualmente estamos trabajando en el negocio del tratamiento de semillas a través de novedosos biotratamientos. Del mismo modo, estamos desarrollando soluciones de biocontrol para combatir plagas, enfermedades y malas hierbas», explica su CEO y socio fundador. Además, Symborg está ampliando sus instalaciones para continuar con su apuesta por la I+D. «Muy pronto inauguraremos una nueva planta en Alhama de Murcia de 40.000 m2 destinados a investigación y producción. La inversión total será de 28 millones de euros, incluyendo un avanzado laboratorio de biotecnología, así como una planta de fabricación para la producción de biofertilizantes, bioestimulantes, y productos de biocontrol», añade Juárez.
«Con nuestros productos, ayudamos a los agricultores a maximizar sus cosechas con el mínimo de recursos y sin riesgos para la salud humana, animal y del medioambiente», subraya Juárez