Exdirigentes socialistas e intelectuales exigen a Sánchez su cese
presión para que el presidente del Gobierno cese a su vicepresidente por cuestionar la democracia plena en España no llega solo desde la oposición. Exdirigentes socialistas e intelectuales y políticos de distintos signo lo exigen ya abiertamente.
Hasta 200 personalidades firmaron ayer un manifiesto encabezado bajo la plataforma «La
España que Reúne» en el que bajo el título «César en la infamia: Pablo Iglesias debe ser destituido» consideraban sus palabras de «deslealtad con sus propios compañeros de gobierno, con todas las instituciones del Estado y con una inmensa mayoría de españoles, que seguimos apostando por la democracia nacida en 1978, dispuestos siempre a cambios y reformas que la mejor en, haciéndolamás integradora y participativa », reivindica la plataforma que dirige el ex líder socialista Nicolás Redondo y Joaquín Leguina, el ex ministro socialista, César Antonio Molina junto a fundadores de Cs como Francesc Carreras y Xavier Pericai.
Para la plataforma, sus palabras «socavan la imagen de nuestro país en un momento en que sus credenciales democráticas se ven oportunistamente puestas en duda por un ministro extranjero».
Recalcan que, a lo largo de la historia, se han dado «gobernantes buenos, malos y mediocres, idóneos y vulgares, ejemplares y corruptos.(...) Pero, «lo que no había tenido nunca hasta ahora es un gobernante que no creyera en la dignidad democrática de su país. Un gobernante que se pusiera del lado del crimen», puntualizan.
El manifiesto suscrito también por escritores como Andrés Trapiello y Feliz de Azua y , el arquitecto arquitecto Mariano Gomá, el periodista Hernando Calleja, entre otros, carga también contra Sánchez por invitar a Iglesias a formar parte del Ejecutivo, «después de que durante la campaña electoral negara su intención de formar gobierno con Unidas Podemos». Advierten, además, del coste que supondrá, no solo el electoral, sino para el país. «La democracia española no se puede permitir la presencia de un pirómano en el Consejo de Ministros. Ante la historia quedará la responsabilidad de quien lo nombró», lamentan.