«Somos amigos de la amargura»
Después de cuarto cambios de fecha y dos de sala, traen a Madrid sus canciones repletas de humor negro con mascarilla
EstabanEstaban listos para ser importantes en España. Con su segundo largo, los estribillos de Camellos ya se coreaban en las noches de parranda y sus canciones empezaban a viralizarse. Será porque era necesario que un grupo hiciera temas sobre cuestiones tan existenciales como la epopeya de ir a currar odiando tu trabajo todos los días de tu vida. A finales de 2019 publicaron «Calle para siempre» (Limbo Starr), un disco que, sin embargo, no podía prever que en 2020, calle, poca. Pero que incluía un tema que se llamaba «Es tan 2020», cuya letra comienza diciendo: «A ver si me pasa algo, / que he quedado y no tengo / nada que contar». Le pedimos explicaciones a Jorge, batería de la banda –junto a Fernando (voz y guitarra), Frankie (voz y guitarra) y Tommy (bajo)–, antes del concierto que mañana ofrecen en Bravo Madrid. –Vale, tío, sí, en qué hora. La verdad es que... en qué momento hicimos ese tema. Vamos a ver, empezando con que el disco se llama «Calle para siempre» y nos lo hemos pasado metidos en casa... hicimos en Instagram una portada alternativa que era «Casa para siempre». Cuando la hicimos queríamos ser irónicos y quién se iba a imaginar esto.
–El título más equivocado.
–Totalmente. Y es que el disco sahemos lió en 2019 con la intención de hacer burla de esa frase que se dice despectivamente de algo que está pasado de moda: «Eso es muy 2008» o algo así. Hablábamos de un año que todavía no había sucedido pero que ya tenía la caducidad puesta. Nos queríamos hacer los graciosos y mira qué añito.
–Oiga, pues como dice la canción, «a ver si nos pasa algo, que no tenemos nada que contar» a los nietos.
–Sí, sí, es de coña. El día que deje la música, te echo las cartas, tío. Así me ganaré la vida.
–Camellos estaban a punto de dar el salto pero llegó 2020.
–Nos ha pegado duro a todos, a cada promotor, a cada sala y a cada banda de una manera. Nosotros teníamos unos 30 o 40 conciertos y festivales, y pudimos hacer algunas ciudades, pero se truncó casi todo. Y lo nuestro no es nada a lado de Cariño, que iban a ir al Coachella, y otros grupos a Latinoamérica, así que lo hemos aceptado.
–Camellos alimenta sus canciones de la vida y de la calle y no sé si la pandemia ha supuesto un freno creativo.
–Llegó un momento que nos sentamos a hablar porque estábamos ensayando pero, al ver que solo pudimos hacer tres conciertos en todo el año y que se nos cayó alguno casi en la puerta, decidimos aprovechar de otra manera. Tenemos cosas nuevas, aunque no sacado temas porque somos más amigos del EP o LP, aunque no hemos encontrado dificultad para sacar letras. Es verdad que tiramos de calle y de vivencias, pero esto ha dejado muchas historias. Somos bastante amigos de la amargura y contamos cosas chungas de forma irónica. Y 2020 ha sido un caldo de cultivo muy serio para la amargura.
–Son el grupo que mejor humor negro hace en España.
–Creo que la gente entiende nuestra música en diferentes grados. Es una percepción que tenemos, que los hay que se quedan con la gracieta, con el pico de la broma, y otros llegan al meollo. Una de las que más me gustan es «Café para muy cafeteros», una canción muy chunga, pero todo el mundo se ríe con ella.
–¿Harán un disco de costumbrismo pandémico?
–Este año ha dejado mucho de lo que hablar. Nos han pasado cosas y también a las personas que, sin formar parte de la banda, son de nuestro grupo de amigos, que nos dan material. En lo lírico, no vamos a cambiar nada. Es la manera que tenemos de contar cosas. Puede que en lo musical nos atrevamos con algo nuevo.
–El proceso de sus canciones es muy colaborativo.
–Muchísimo. Fer y Paco tiran de lo musical, pero las letras son al 25 por ciento.
–Y, claro, así salen las letras...
–A veces es un tema en concreto, porque hay algo que nos enfada o que queremos tratar. Y Paco saca el libro mágico, la libreta que tenemos, y empezamos a apuntar. –El mundo laboral es una auténtica mina para Camellos. –Pero si es que somos curritos, tío. Gente normal haciendo música, las cosas que me pasan a mí te han pasado a ti y a todo el mundo. La única diferencia es que nosotros contamos nuestras mierdas en una canción, pero somos gente normal. Si hablas de que tu curro es una mierda o que tu jefe te tiene frito o que estás pasando una crisis, ¿quién no se va a sentir identificado?
–Actúan en horario vermú.
–Llevo toda la vida yendo a conciertos y este formato no es atractivo. Descubres sentadas a bandas que a lo mejor has visto haciendo un «pogo» y además a precios más elevados por todo este tema de la pandemia. Y, aun así, la gente va. Este concierto ha tenido cuatro cambios de fecha, dos de sala, devolución de entradas y vuelta a comprar. Eso tiene mucho mérito y hay que agradecerlo. La gente está apoyando. A mí me hacen esto y yo el sábado no voy al concierto. Así que tenemos un set preparado que te echa los pelos para atrás y alguna sorpresa.
DÓNDE: Nuevo Teatro Alcalá. Madrid. CUÁNDO: mañana, 12:30 horas. CUÁNTO: 15 euros.
«Somos curritos, gente normal haciendo música. Cualquiera puede identificarse con las cosas que contamos»