La Razón (Levante)

Baile del United

La Real Sociedad es devorada por un genial Bruno Fernandes. El repaso fue tal que lo único que pueden llevarse los blanquiazu­les en la vuelta en Old Trafford es otro rapapolvo

- Lucas Haurie

La mala semana europea de los equipos españoles, derrotados en casa Barcelona y Sevilla en la Champions, tuvo continuida­d en la Europa League con la Real Sociedad, devorada de un solo mordisco por el Manchester United, que ayer personaliz­ó su victoria en Turín –el partido fue deslocaliz­ado por motivos sanitarios–, igual que Mbappé el martes y Haaland el miércoles, en la figura de una de las estrellas emergentes del fútbol continenta­l: Bruno Fernandes. El mediapunta portugués se movió a placer ante la defensa adelantada, casi en pulsión suicida, que dispuso Imanol Alguacil y sentenció con dos goles estos dieciseisa­vos de final. Rushford y James abrocharon la goleada de los ingleses, que plantan sus dos pies en los octavos.

El reinado de la Liga en el fútbol continenta­l ha tocado a su fin y esta primera eliminator­ia del curso 20/21 lo ha mostrado de manera dolorosa. La Real Sociedad, que lucía incluso como una alternativ­a al título en noviembre, siguió con su particular declive frente a un Manchester United con muchos titulares en sus filas, sí, pero también con algunos suplentes que daban descanso a gente tan principal como De Gea, Pogba, Matic o Martial. Imanol no se dejaba nada en el banquillo y confiaba su suerte a sus jugadores más prestigios­os –Illarramen­di, David Silva, Januzaj– con independen­cia de su estado de forma. Quería oponerle el técnico guipuzcoan­o galones al pedigrí del rival.

El encuentro, sin embargo, fue una pesadilla desde la cruz hasta la fecha. El ritmo de los tres nombrados era impropio de la élite, con el canario Silva sobrepasad­o por los que hasta hace poco eran sus rivales ciudadanos. Sólo Mikel Merino era capaz de maniobrar ante Fred, el pit-bull al que Solskjaer confía la zona del pivote, aunque sus intentos de conexión con Oyarzabal e Isak eran bien controlado­s por la defensa visitante. Al contrario, sobre la portería de Remiro se venían contragolp­es en oleada y, antes de que se abriese el marcador, ya había tenido el portero que ganarle un mano a mano ante Rushford y había salvado en la línea Le Normad un cabezazo de Bruno Fernandes.

Antes de la media hora, se acabaron los milagros defensivos. Al contrario, el portero vasco y el central francés colgaron su traje de salvadores para protagoniz­ar un choque bufo en un balón a la espalda. Aprovechó Álex a Robin en su salida, cayeron los dos y quedó la pelota mansa a los pies de Fernandes para que el luso marcase el 0-1 a placer. El goleador, al que su entrenador ubicó veinte metros más adelante que de costumbre, reincidió en la primera contra de la segunda mitad con un tanto anulado en primera instancia por fuera de juego y validado enseguida por el VAR. La derrota estaba degenerand­o en baile sin que los donostiarr­as hallasen respuesta.

Por pura inercia, porque Solskjaer ya estaba pensando en repartir minutos, Rushford hizo el tercero gracias a un envío raso de cuarenta metros de Telles. En el tramo final, la goleada pudo agravarse porque los locales perseguían sombras y el United se gustaba con posesiones largas que terminaban en las barbas de Remiro, que hubo de recoger de nuevo el balón de su red en el último minuto, tras una cabalgada de James. Fue un repaso tal, que dan ganas de pedir la suspensión del choque de vuelta, ya que no existen opciones de remontada en Old Trafford y lo único que puede llevarse el equipo blanquiazu­l es un nuevo rapapolvo.

 ?? EFE ?? Los jugadores del United felicitan a Bruno Fernandes tras el 0-2 ante la desolación de Zaldua
EFE Los jugadores del United felicitan a Bruno Fernandes tras el 0-2 ante la desolación de Zaldua

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