Feijóo media con Casado para evitar la ruptura tras el 14-F
Critica la venta de la sede y asegura que «del pasado se aprende»
Feijóo fue a Madrid para asistir a una reunión con Teresa Ribera y aprovechó para verse cara a cara, en privado, con el líder del partido. Quiere evitar la ruptura traumática con el pasado y los cambios que plantean en el equipo de Casado
Reunión semiclandestina del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y del líder del PP, Pablo Casado, en Génova, después de la decisión de la dirección nacional de sacudirse la responsabilidad en los resultados en Cataluña con el anuncio de un cambio simbólico de sede del partido. El PP gestiona con disciplina las tensiones internas, en un modelo educado desde la etapa de José María Aznar. Pero esta semana esas tensiones han llegado a un punto muy alto por la forma con la que Casado y su equipo han intentado quitarse de encima la responsabilidad en la derrota catalana. Feijóo vino a Madrid para asistir a una reunión con la vicepresidenta cuarta, Teresa Ribera, pero aprovechó el viaje para verse cara a cara, en privado, con el líder del partido. El poder territorial quiere evitar la ruptura traumática con el pasado que plantean en el equipo de Casado y quiere también cambios en ese equipo.
Los mensajes de Feijóo son claros. Y los ha dicho en público y los ha trasladado en privado. Ha sido el baron más explícito desde el pasado domingo. Tiene la autoridad interna y tiene en su mano, además, la factura del apoyo político y económico que prestó a Casado para que llegara a ser presidente nacional del PP en el Congreso de 2018, que decidió la sucesión de Mariano Rajoy.
Feijóo indicó ayer, en una entrevista en Cope, que el PP no se esconde ni titubea «con asuntos escabrosos» de su historia, porque «del pasado no se reniega, se aprende». Casado dijo el martes que su partido no volverá a dar explicaciones sobre hechos del pasado que no les competen, por los casos de corrupción que todavía están resolviéndose en los tribunales. De esa herencia no se hacen cargo, se la dejan a los ex presidentes Mariano Rajoy y José María Aznar, y a los secretarios generales del partido de sus etapas.
Sobre el cambio de sede, el líder de los populares gallegos se mostró
«Del pasado no se reniega, del pasado se aprende. El PP no se esconde de los asuntos escabrosos de su historia»
contrario y aseguró que «si cada vez que un partido tiene un problema» va cambiando de sede, «no habría una sola sede en España que mereciese ser ocupada por un partido». El presidente de la Xunta apuntó que, además, aún se desconoce si se alquilará o venderá el edificio ya que el PP debe aún un «porrón» de millones y subrayó que su situación económica no es «muy boyante» porque ha perdido escaños.
Los barones se pusieron de perfil ante el anuncio de Casado de la mudanza, algo que les cogió de sorpresa ya que no les habían consultado ni tampoco habían sido informados de ello. Es más, muchos lo tomaron como «una maniobra oportunista» por parte de la cúpula para pasar página del desastre electoral en Cataluña y no asumir responsabilidades personales en ese batacazo.
El presidente gallego subrayó que en un partido lo importante no es «solamente ganar elecciones», puesto que «un político que no gana al final será relevado por un compañero», y apuntó que la responsabilidad de Casado es consolidar al PP como «gran referencia y única alternativa al socialismo, al independentismo y al populismo». Como ejemplo de líderes que no han ganado elecciones generales puso la de Manuel Fraga, de quien dijo que «hizo algo mucho más importante: fundar un partido de centro derecha, alternativa al socialismo».
Por ello, Feijóo no pide una refundación del PP, sino que apuesta por «unir al centro derecha» y hacer sumas «correctas», que no pasan por incluir en una coalición a un partido sin representación para que logre escaños haciendo uso de las siglas del PP: el ejemplo que ha usado para explicar por qué descartó unirse a Cs en Galicia y para criticar la estrategia en el País Vasco.
Por su parte, el secretario general del PP, Teodoro García Egea indicó, en una entrevista en La Sexta, que con la decisión de dejar la sede nacional del PP, lo que buscan es «cancelar» las dos «hipotecas» que tienen: la del inmueble y la que pagan «por personas que se aprovecharon de las siglas en beneficio propio», en alusión al extesorero Luis Bárcenas.
Al ser preguntado si no tiene que ver con el crecimiento de la deuda en 13 millones de euros de un año a otro, García Egea dijo que «la sostenibilidad financiera del PP está hoy plenamente garantizada».