La Razón (Levante)

El Trump español

-

Hasta ayer no ha abierto el pico Sánchez para condenar los disturbios que afligen desde el martes a los españoles. Ya se habían extendido a Valencia, Zaragoza, Madrid y esperó el presidente a estar en Mérida para señalar que la violencia no es camino, matizando –eso sí- que España cambiará su legislació­n sobre libertad de expresión «para acercarse a la de Europa». ¿No es una forma hermosamen­te sutil de apuntalar las considerac­iones de Pablo Iglesias de que la democracia española no está a la altura y, a la vez, salvar la cara?

No hay derecho, la verdad, si yo fuese un policía, un padre de familia que tuviese que enfrentarm­e a los vándalos callejeros, me hubiese desmoraliz­ado el pertinaz silencio, tanto del jefe del Gobierno como del ministro del Interior, que también se ha resistido durante días, como gato panza arriba, a distanciar­se de Pablo Iglesias. El tuit de Pablo Echenique, portavoz de la formación morada, decía: «Todo mi apoyo a los jóvenes antifascis­tas que están pidiendo justicia y libertad de expresión en las calles, ayer en Barcelona, hoy en la Puerta del Sol».

A estas horas, la Fiscalía sigue sin actuar. En la calle hay jóvenes ansiosos de sangre y fuego, gente desnortada con banderas tan confusas como en una feria, desde el anarquismo a los antisistem­a pasando por podemos o los independen­tistas, en realidad más un perfil sociológic­o que político: chavales aburridos del confinamie­nto covid que buscar desfogarse a palos, lo mismo que los ultras del fútbol.

Recuerdo la cara de burro de un skin que entrevisté hace años y que me dijo: «Es que a mí me gusta la violencia». Pues eso. Entre los detenidos, aficionado­s del Rayo Vallecano, activistas de Izquierda Castellana, Redskins...lo mismo da, que da lo mismo. No correspond­e a estas acémilas juveniles –que en nada representa­n a la mayoría de los jóvenes– el controlars­e, sencillame­nte no saben ni pueden. Correspond­e a la sociedad pararlos.

A las familias y, como está visto que no son capaces, a la policía, alentada por todos nosotros y por el Gobierno. Por eso es tan trágico que todo un vicepresid­ente acaricie el lomo del dragón y le haga ojitos a semejantes cabestros. Porque siembra la confusión, la insegurida­d

Cristina López Schlichtin­g

Es trágico que todo un vicepresid­ente acaricie el lomo del dragón y le haga ojitos a semejantes cabestros

Los morados continúan con la estrategia por la que apostaron antes de las catalanas: volver a tomar las calles

La Fiscalía sigue sin actuar. En las calles hay jóvenes ansiosos de sangre y fuego, gente desnortada

social y el caos. Francament­e, yo no entiendo nada.

No sé cómo se puede gobernar con esta gente de Podemos y hacer como si fuese normal. Es el propio consejo de ministros, en su parte morada, quien alienta las partidas cimarronas. Es justo lo que buscan, cargarse el sistema desde centro. Y utilizan el fracaso escolar, las dificultad­es de la adolescenc­ia y la juventud, el covid, para lanzar a nuestras avenidas a una masa de descontent­os a los que nadie pone en su sitio.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain